La noche del sábado se transmitió un nuevo episodio del programa Podemos Hablar, el cual contó con la participación del reconocido comediante chileno Juan Alcayaga, más conocido por su icónico personaje “Don Carter”.
Durante la conversación, el humorista compartió una intensa vivencia ocurrida durante la dictadura militar, cuando fue arrestado por error mientras estudiaba teatro en la Universidad de Chile.
Según relató, todo ocurrió en una jornada en la que él y sus compañeros se reunían en un punto común del campus universitario para buscar el calor del sol y combatir el frío. En ese ambiente, una confusión terminó con su detención.
La confusión que llevó a Don Carter a ser detenido
“Ese día yo llegué tarde, pero antes de que yo llegara al grupo, estaban contando chistes de la Junta. Y había un bando que prohibía contar chistes de la Junta (Militar)”, explicó el comediante, rememorando los estrictos controles de la época.
En medio de la rutina diaria, algo inesperado sucedió. “De repente sale el tipo que barría la escuela y se para un furgón, y el tipo dice ese, ese, ese y ese, entre ellos yo”, agregó.
Fue entonces cuando comenzaron a ser retenidos. “Nos pusieron con las manos arriba con los libros. De repente miro para al lado y hay un cabro que era menor que yo, que era teniente y con una bayoneta que tenía como un filete de metal”, narró con detalle, según La Cuarta.
La tensión del momento no tardó en hacerse sentir. “Lo primero que pensé fue ‘pucha, mi papá es viejo, le puede dar un infarto’, porque yo altiro dije, ‘aquí cagué’”, confesó, revelando el temor que lo invadió.
Cuando intentó obtener una explicación, recibió una respuesta violenta. “Yo era flaco como dedo, y el tipo me pega en las costillas con la bayoneta y me dice, ‘cállate, concha…’”, recordó.
En medio del forcejeo, sufrió una lesión que detalló. “Yo azoto la cara contra la pared, y la pared estaba como descascarada, y yo pasó para abajo. Era un rasmillón no más, pero con la sangre era como que me hubieran abierto y sacado el cerebro”.
Finalmente, al llegar a la cárcel, el director de la Facultad intervino y liberó a los estudiantes uno a uno. “Fue el director de nuestra Facultad y nos fueron soltando de a uno, y esa fue la única vez que estuve preso. Fue rudo, es que en aquella época fue dura para mucha gente y ojalá nunca volviéramos a vivir eso. Mira lo que son las cosas, me llevaron preso por contar un chiste que yo nunca conté”, concluyó Alcayaga.