Miguel «Negro» Piñera: Un estilo de vida bohemio y su contribución a la música nacional
Alejado de la política, Miguel "Negro" Piñera forjó un estilo de vida distinto al de sus hermanos. Esta es su historia.
Este 28 de febrero falleció Miguel Piñera, más conocido como el Negro Piñera, fue un personaje singular en la historia de la música “popular” de nuestro país. Aunque se hiciera conocido por otros ámbitos fuera de la música y más aún por pertenecer a una familia ligada a la política.
Con una apariencia hippie y artesanal, apareció en la escena musical por los años ’80. Especialmente con la canción del grupo Agua “La luna llena” (compuesta por Nelson Araya), que fue reinterpretada por Piñera, y la convirtió en la punta de lanza de su fugaz fenómeno musical. Con un repertorio variado, donde también sumaba canciones de Violeta Parra, Congreso y otros autores chilenos y latinoamericanos.
Asimismo, se presentó en diferentes bares de chile y del mundo en su mayor apogeo.
Hijo del diplomático democratacristiano José Piñera, tiene hermanos que son muy conocidos en nuestro país. José Piñera, exministro del Trabajo, en plena dictadura de Augusto Pinochet, Pablo Piñera, ex director ejecutivo de TVN y ex consejero del Banco Central, y Sebastián Piñera, expresidente y empresario multimillonario. Fue candidato el 2005 y el 2009, electo dos veces Presidente de la República (período 2010-2014, y del 2018 al 2022).
El Negro Piñera, en claro contraste a sus hermanos, nunca se movió en esos serios circuitos, mucho menos en la política. Tras estudiar en los colegios Verbo Divino y Saint George’s, establecimientos emblemáticos de la clase alta chilena. Además, vivió hasta los 12 años en Bélgica, mientras su padre era embajador de Chile del gobierno de Eduardo Frei.
De músico a empresario
En 1984 Miguel Piñera vio desplazada su historia como artista musical a empresario. Fue dueño dé distintos locales nocturnos a lo largo de los años, siendo uno de los más reconocidos un local llamado “Entrenegros” instalado con el famoso cantante Miguelo, a mediados de los ’90 en calle Suecia. Este rubro es el que le ha entregado su carácter más bohemio, que se mantuvo a lo largo de su vida.
De forma secundaria en su vida, “El Negro Piñera” subía de vez en cuando a los escenarios de sus bares, para interpretar alguno de los viejos éxitos, que lo lanzaron a la fama musical en los años ´80. Además de covers de clásicos del rock y temas de moda.
El año 2010 lanzó tres canciones nuevas. “Tributo a Cerati” “Tenemos esperanza, tenemos ilusión, de verte cantando cuando pase el temblor / Música ligera, canción animal, brillando en los escenarios”. También realizó un remake de “Una muchacha y una guitarra, que dedicó a Bielsa (“No te vayas Marcelo, que nunca nadie te querrá igual / tú nos acostumbraste a darnos dicha y felicidad”) o “33 mineros”.
En 2012, tras la trágica muerte, del querido animador Felipe Camiroaga, compuso una cueca en su honor, llamada “El halcón” “Dejaste un gran vacío / Y no importa lo que yo haga / hoy vuela y es un ángel / Adiós Felipe Camiroaga … / siempre estarás en el corazón / de todos los chilenos”. Es parte de lo que menciona en sus letras.
Sus últimas apariciones
En el año 2014 lanzó el disco “Nostalgia”. Con covers de canciones de Cat Stevens, Édith Piaf y Louis Armstrong, entre otros, y para el 2017 anunció Gracias a la vida, con canciones de autores chilenos.
Estas canciones están todas en las distintas plataformas de internet, como en YouTube y redes sociales. Donde recopilan muchas visitas y comentarios para este fugaz paso musical del Negro Piñera.
Recordemos que este pasado 21 de febrero, fue su última presentación en vivo. En la gala de Viña del Mar 2025, donde también desfiló, viviendo un gran momento, además interpretó sus mayores éxitos, los cuales lo lanzaron a la fama en aquellos años.
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