En el más reciente capítulo del programa «El Purgatorio», Millaray Viera fue una de las invitadas estelares. Mismo espacio que utilizó para compartir la impactante experiencia que sufrió cuando vivía en México.
La presentadora reveló detalles impactantes del hecho, asegurando que incluso llegó a creer que su vida terminaría frente a la situación.
El fuerte secuestro que vivió Millaray Viera
Fue en la sección «El muro de los lamentos» del ya mencionado programa, en donde la otra invitada, Rayén Araya, pidió que Viera revelara los detalles de la situación que vivió en México.
Todo esto ocurrió cuando ella vivía en el ya mencionado país, junto a su pareja de ese entonces, Álvaro López, conocido por ser la voz de la banda nacional Los Bunkers.
Según mencionó Viera, el hecho se dio después de haber ido a un concierto, en donde optaron por tomar un taxi en la calle. Seguido de esto, el taxista comenzó a mostrar algunas actitudes extrañas, algo que llamó inmediatamente su atención.
Posteriormente, el taxi se detuvo en cierto punto del camino. Fue aquí cuando se subieron dos tipos al auto, para vendarles los ojos y apuntarles con pistolas en la cabeza a ambos.
Al recordar el momento, Millaray Viera revivió el impacto que esto le causó. «Sentía que tenía la muerte ahí mismo. Yo creía que me iba a matar y ante esa cercanía estaba entregada a mi muerte, pero lo único que pensaba era qué va a pasar con mi hija, pero cuando la mencionaba, ellos se ponían más agresivos».
Sin embargo, también expresó que ambos se mantuvieron muy calmados ante el hecho, aunque el temor estaba latente. «Tenía mucho miedo de una manera que nunca había experimentado en mi vida, tenía mucha conciencia de que tenía que mantener la calma para que ellos no se exaltaran más».
Además, aseguró que durante el secuestro fue manoseada y ocurrieron cosas que, según sus propias palabras, «es mejor no recordar».
Finalmente, los delincuentes los bajaron a ambos del auto, momento en el cual les dijeron que caminara directo hacia adelante y sin mirar atrás, ya que si hacían esto, los iban a matar. «Nunca supimos en qué momento se fueron», recordó la animadora.
Fue al llegar a casa cuando ambos pudieron procesar la situación, asegurando que «fue tan duro que no pudimos hablarlo hasta ocho años después. Incluso ahora me cuesta bastante hablarlo detalladamente».
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