«No idolatren gente que no conocen»: la impactante revelación que afecta a la participante más longeva de Gran Hermano Chile
La mujer que fue una de las participantes que recibió más respaldo durante el estreno del reality, fue vincula a una preocupante situación.
Gran Hermano Chile dejó varios momentos para destacar tras su primer capítulo en el horario prime de Chilevisión, donde los 18 participantes recibieron apoyo e incluso diversas críticas.
Un personaje qué pasó por los dos estados durante las últimas horas fue la integrante más longeva de la casa-estudio ubicada en Argentina: Mónica María Del Carmen Ramos Yáñez. La mujer de 77 años fue muy apoyada, pero también fue la víctima de una funa por una nieta.
«Esta señora es mi ‘abuela’, pero jamás le he dicho así. Es la mamá de mi papá, un papito corazón que le debe 22 millones a mi hermano, hay demanda hace años y no ha pagado nada», partió diciendo una chiquilla de nombre Daniela Castro.
Asimismo, según pudo consignar la cuenta Infama, la chiquilla manifestó: «soy testigo cómo ella ha encubierto a su hijo. Además somos 3 hijos, en el video menciona solo a 2 de sus nietos (hijos de mi tía) porque nosotros jamás existimos para ella», complementó.
Para finalizar sus duras acusaciones, la joven declaró: «no idolatren gente que no conocen, ella es una encubridora y ha echado en múltiples ocasions a mis hermanos de su casa cuando han ido para defender algo justo», cerró la nieta de la participante de Gran Hermano Chile, según lo rescatado por el portal farandulero.
¿Quién es Mónica Ramos?
Tal como te mencionamos, la miembro más longeva de Gran Hermano Chile tiene 77 años. Además, está casada y tiene tres hijos. Vive en la comuna de La Florida, es pensionada y comerciante de la feria.
Según la información proporcionada por Mónica Ramos, ella tuvo una infancia feliz junto a sus padres. Desde pequeña trabajó ayudando a su madre, luego fue ascensorista y ahí conoció a su marido. Se casó y tuvo tres hijos. Hace años se dedica a vender todo tipo de artículos en las colas de las ferias libres.
Le encanta bailar tango, aprendió con su papá y por mucho tiempo el nieto fue su compañero de baile.
Participa en dos grupos de la tercera edad, uno llamado «unidos por el recuerdo» y en el otro, se juntan a tejer para niños con cáncer del Hospital Sótero del Río. Esos son los espacios en los que crea, ríe y es el «alma de la fiesta».
Para ella, entrar al programa Gran Hermano Chile significó un renacer y enfrentarse a la experiencia más desafiante de su vida.