Daddy Yankee realizó su primera «despedida» de Chile, en el marco del primer show en nuestro país de «La Última Vuelta World Tour», que estuvo marcada por el caos en el Estadio Nacional y un gran show del Big Boss.
King Daddy respondió a las expectativas de sus fanáticos, quienes le brindaron un apoyo bestial, que provocó la emoción de Daddy Yankee. Los mismos fans quienes corearon y cantaron la treintena de éxitos del Big Boss.
Los grandes problemas previo al concierto de Daddy Yankee
El primer espectáculo musical que pudieron observar los asistentes que fueron al coloso de Ñuñoa, fue el de Polimá Westcoast. La voz de «Sextime» no pudo brillar, debido a los problemas de sonido experimentados previo al show principal del King Daddy.
Asimismo, se vio un caos total en los distintos accesos del Estadio Nacional. Pues según pudo registrar Radio Activa y los mismos asistentes al evento, hubo «avalanchas» de gente en las entradas del recinto capitalino. Además, hubo personas que se colaron en ubicaciones que no les correspondían.
Un show de primer nivel
Fue pasado las 21.10 horas cuando Daddy Yankee comenzó una cuenta regresiva para su show, cerca de 20 minutos antes del horario oficial del inicio de su concierto.
Asimismo, cuando el contador llegó a cero, una introducción audiovisual al ritmo de «Campeón» generó la euforia de los asistentes. Lo mismo ocurrió con una batería de éxitos sinfín del Big Boss de su último álbum «Legendaddy», tales como «Remix, «Rumbatón», «Agua», Hot» y «Bombón».
Al igual que temas «viejitos» que hicieron perrear a un Estadio Nacional. Del mismo modo, dentro de los sencillos que marcaron la pauta, destacan «Lo Que Pasó, Pasó», «Llamado de Emergencia», «Mayor Que Yo», «Qué Tengo Qué Hacer» y «Gasolina».
De la misma forma, además de la cantidad de canciones entre las que destacan diversos remix de colaboraciones con Zion & Lennox, Bad Bunny, Anuel AA, Ozuna y Luis Fonsi, también destacó la cercanía de Daddy Yankee con el público chileno y su emoción al recibir el apoyo descomunal de los asistentes.
«Para mí siempre ha sido un honor, estar aquí con ustedes. Traer buena vibra, buenas energías, hacer un cambio en la música para que esos chamacos, especialmente los de barrios, tuvieran nuevas oportunidades en la vida», expresó el Big Boss, previo a unos icónicos «Olé, Olé, Daddy» y un «Daddy no se va».
Igualmente, otros momentos que marcaron la noche, fue cuando se iluminó el Estadio Nacional con cientos de linternas desde las tribunas y la cancha. Y para finalizar con broche de oro, el «fan action» con los pañuelos blancos, mientras Daddy Yankee cantaba «Gasolina». Esto previo al cierre del show pirotécnico, que tuvo una menor intensidad a Coldplay. La banda británica iluminó el cielo de Santiago con un potente espectáculo de fuegos artificiales.