Si tenemos contemplado salir de nuestra casa, lo más probable es que a donde sea que lo hagamos, sea con unos jeans puestos. Es que la versatilidad de unos pantalones de jeans es tanta, que se vuelve casi irresistible utilizar uno. No importa el tono que tengan, porque siempre te entregarán comodidad y a un muy buen precio.
Unos buenos jeans, una polera y listo, ya tienes el look armado. Pero hay otro importante aspecto que debemos agradecerle a esta tela, generalmente azul: su durabilidad. Y es que sucede que la tela de jeans resulta ser extremadamente resistente. De hecho, así fue cómo se comenzó a popularizar por todo el mundo.
Tela de jeans: ¿de dónde viene y cuál es su historia?
A ver, partamos por el principio. El jeans existe desde 1870 y fue un aliado perfecto para trabajar y resistir. Por esto, se comenzó a utilizar como ropa de trabajo para quienes buscaban oro en aquella época y así además ayudó a disminuir los costos de la ropa de trabajo.
Pero, ¿quién convirtió a los jeans en un negocio? El inventor de los jeans es Oscar Levi Strauss. Este empresario nacido en Alemania, emigró a Estados Unidos en el año 1847.
Se dió cuenta que los trabajadores necesitaban pantalones resistentes, por lo que añadió las costuras cobre y ese pequeño bolsillo que hoy en día nadie entiende para qué sirve en los jeans. Con este primer boceto de lo que sería la prenda americana con más éxito de la historia, Levi Strauss y sus dos hermanos fundaron la empresa en 1853.
¿Y el color?
El color del jeans tiene su origen en la ciudad italiana de Génova o genes. Los pescadores de esta ciudad teñían las telas con un pigmento llamado índigo que procedía de la India. Los barcos ingleses paraban en el puerto de Génova y cargaban el tejido llamado ‘blue de genes’ (azul de Génova) para exportarlo a América. Precisamente de ahí viene la palabra jeans.