Ya lo sabes, otra vez en RadioActiva volvimos con consejos sexuales; para que hagas el delicioso con tu pareja, bien seguro de que le entregarás todo el placer posible. Y hoy, llegamos con unos datitos enfocados para los chiquillos y chiquillas que quieren encantar a sus hombres.
Es que es innegable que hacer a un hombre gemir es bastante difícil. Y es que ya sea por vergüenza, o por tradiciones machistas, los hombres siempre se reniegan a emitir sonidos durante el coito. Pero tranquila (o tranquilo), acá te dejamos las mejores pistas para hacer que tu pareja grite de placer durante el sexo.
¿Cómo hacer gemir a un hombre?
¿Te has dado cuenta de que todos los días tu hombre amanece con una increíble erección? Esto se debe a que a primeras horas de la mañana es cuando los hombres cuentan con los niveles más altos de testosterona.
Nuestro primer consejo es que aproveches este momento del día, regalándole un buen desayuno. El sexo mañanero es ideal para hacer gemir a tu hombre; quizá sorprendiéndolo con un oral sorpresa, antes de saltar en él; sorprendiéndolo.
Lo otro que puedes hacer es mejorar tus habilidades de sexo oral. Según UnComo, las principales técnicas para hacerlo gemir es mantener un ritmo constante; masajear sus testículos; y lubricar bien la zona antes de usar tu mano.
Y en un consejo más dirigido a las chiquillas; se recomienda apretar la vagina durante «el delicioso». Una técnica que se puede entrenar a través de ejercicios Kegel, que se realizan de la siguiente forma;
- Sentada en un banco, separa un poco los pies de manera que queden en paralelo y contrae la vagina unos segundos como si tuvieras algo dentro y no quisieras que se cayera, y luego relaja la zona.
- Con la misma posición, contrae y relaja la vagina de manera rápida y constante.
- Acuéstate mirando hacia arriba y eleva las piernas. Abre y ciérralas como si fueran unas tijeras mientras que contraes los músculos de la zona pélvica.
Finalmente, se recomienda, estimular las zonas erógenas para aumentar el placer del muchacho; como su espalda, cuello y oreja. Y si te atreves, incluso puedes estimular su ano.
