¿Qué son los ecoladrillos sustentables y cómo hacerlos?
De seguro has escuchado hablar de ellos más de alguna vez, pero ¿qué son realmente los ecoladrillos sustentables y para qué se utilizan?
Los llamados ladrillos ecológicos resultan ser muy importantes dentro de la arquitectura ecológica, pero ¿de qué están hechos? Las respuestas son muchas y sus beneficios también. Sin embargo, tienen algo en común: fabricar este tipo de ladrillos sustentables presenta grandes ventajas a nivel ambiental.
Se pueden realizar en casa reutilizando así una gran cantidad de plástico, pero también hay algunas empresas que los venden en formatos más elaborados de forma ya procesada.
Los ecoladrillos, como también se les suele llamar, son -en concreto- los ladrillos cuya fabricación tienen un bajo impacto ambiental o menor que el impacto que genera la fabricación de los ladrillos tradicionales.
¿Cómo hacerlos en casa?
Para realizar este tipo de instrumento de construcción se utilizan varios elementos reutilizables. Eso sí, el más común de ellos las botellas de plástico, lo que permite también darle un nuevo uso a materiales que en la normalidad podrían terminar siendo un desecho para el medio ambiente.
Lo anterior promoverá el ahorro de energía y ayudará a reducir la huella de carbono. Pero no todos tendrán el mismo impacto, por lo que dentro de los ladrillos hay algunos que son más ecológicos que otros.
Pero, ¿Cuán ecológico puede llegar a ser un ladrillo? Eso depende de la sostenibilidad en diversos aspectos, pero lo que sí está claro es que este tipo de material es tan confortable y seguro como uno convencional, aunque es mucho más amigable con el medio ambiente.
En ese sentido, los ladrillos sustentables de más calidad son los de plásticos, pues tienen grandes características como proporcionar un aislamiento térmico hasta cinco veces superior a los normales. Pero no solo eso, porque además pesan menos que los convencionales, tienen buena resistencia al fuego, se pueden modelar con una máquina manual y no requiere cocción en grandes hornos para ser fabricado; y -por último- no contribuye a la desertificación del suelo, pues no se usa suelo fértil en su fabricación.