Erick Pulgar fue apuntado en las últimas horas después de una grave acusación de una mujer de 24 años; denunció que la habían violado.
Esto ocurrió después de ir a una fiesta al Club La Rubia de Las Condes y que le ofrecieran un trago que le hizo perder la conciencia. Después de esto, llevaron a la joven a una parcela de Calera de Tango que sería el domicilio de Erick Pulgar.
La victima aseguró que tenía registros que servían como pruebas para identificar con quienes estuvo la noche del sábado pasado. Sin embargo, según el Ministerio Público en la acusación se hace alusión a dos futbolistas sin dar nombres.
No se sabía nada de la versión del jugador de 28 años hasta ahora, quién se refirió a la situación a través de una declaración pública subida a su cuenta de Instagram.
La versión oficial de Erick Pulgar
«En la noche del sábado 26, un grupo de amigo invitó a un grupo de amigas para compartir una reunión en mi casa. La reunión fue normal, ninguno de los más de 20 asistentes notó nada extraño», comenzó diciendo Erick Pulgar mediante la plataforma social.
El oriundo de Antofagasta señaló que finalizada la «reunión» todas las personas se fueron a su casa por sus medios. Y además, afirmó que él nunca tuvo ninguna relación con la mujer de 24 años que realizó la grave denuncia de abuso sexual.
«Como resultado de esta denuncia, en el día de ayer (martes) carabineros se presentó en mi domicilio a requerir mi declaración voluntaria como testigo; por la única razón de ser dueño de la casa donde se desarrolló la reunión donde estuvo la denunciante en la noche del sábado», agregó Erick Pulgar.
El ex Universidad Católica declaró que contó lo que vio la noche del sábado y que otros personas que fueron a su casa también dieron su declaración. Asimismo, que entiende a la persona que realizó la denuncia correspondiente y que está dispuesto a colaborar en todo lo relacionado al caso.
«Quiero aclarar firmemente que no estoy involucrado en ninguna clase de denuncia ni delito», aclaró el futbolista pidiendo respeto por la denunciante y a él quién no era más que el dueño del domicilio donde se realizó la reunión del sábado.