19 May, 2022. 12:04 hrs

Tía Yoli y sus peticiones para Chile: «Que se acabe el Covid»

La adivinadora más querida de nuestro país entregó consejos para alcanzar la paz y hacer descansar al bolsillo en redes sociales.


Tía Yoli
Crédito: Redes Sociales

Como siempre, Yolanda Sultana sorprendió con sus palabras sobre la actualidad y el futuro de Chile. Es que la Tía Yoli ya se ha ganado un nombre en redes sociales por sus transmisiones en vivo, donde aconseja a sus seguidores y los guía gracias a la ayuda de su análisis astrológico.

Ahora, la Tía Yoli comenzó su transmisión tomando un crucifijo. Todo para, según ella, realizar un ritual por nuestro país.

En esa línea, la adivinadora aseguró: «maestro, quiero conversar contigo, pero quiero conversar con mi pueblo, que llegue una esperanza desde el cielo».

«Maestro, tú, todo lo puedes para el mundo entero, deja un odio al lado; que exista el amor y la paz en los niños. Yo veo al país muy triste. Entréganos una sonrisa, trabajo, salud, estudio y felicidad. Maestro, ayúdanos», agregó, según reportó La Cuarta

Las reflexiones y peticiones de la Tía Yoli

En esa línea, la adivinadora agregó: «se acabe el Covid, porque está llegando de forma muy fuerte en el mundo entero. Maestro, ayúdanos. He colocado laurel de comida con romero, con una cinta; que la voy a colocar detrás de mi puerta para que a ustedes les vaya bien».

Por otra parte, Sultana afirmó: «quiero tomar este limón y el cuchillo, hacerle un tajo; porque quiero que este limón… le voy a hacer ojitos, no es cosa de brujerías. Diariamente, le voy a prender cigarros y pediré cosas positivas».

Asimismo, la Tía Yoli pidió para que los conflictos de la Macrozona Sur se resolvieran. «Que en el sur de Chile cese el fuego y que en Santiaga haya paz; y entendimiento entre uno y el otro».

Por último, la Tía Yoli hizo abrió un pan y le echó miel junto a un billete de mil pesos. Posteriormente, pasó a explicar este ritual: «la miel es dulzura y la plata lo que tanto falta en la vida. Para que nos llegue plata; hay que guardar en la azotea de la casa este pan y olvidarse de él; para que se les abra la puerta y las compuertas de la dicha y la felicidad».


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