Rocío Marengo reflexionó sobre su paso por Playboy: «Me sentía una paloma libre»
La argentina, Rocío Marengo detalló que antes de tomarse fotos para la revista era una mujer bastante insegura.
Varias son las mujeres que han tenido la fortuna de realizar una portada para la revista Playboy. Rocío Marengo fue una de las afortunadas, y en dos ocasiones fue la musa del papel donde se tomó fotos destapadas y con casi nada de ropa. Aunque para ella no fue tan fácil su participación.
La exconcursante de MasterChef Chile hizo sus descargos en el programa Pero con respeto de Julio César Rodríguez. “Para que entiendan un poco lo que me pasó a mí… vos sabés que hice Playboy para hacer terapia, para sentirme que me estaba superando a mí misma”, comenzó diciendo.
Consultada por el animador sobre si se sentía insegura, Rocío Marengo respondió que “siempre fui muy pudorosa, muy ‘ay, que me da vergüenza’, que ‘no me gusta mi cuerpo’”.
“Y me habían ofrecido hacer teatro de revista”, continuó la modelo. “Dentro de la revista mi rol era más de comedia, no tanto de mostrar el cuerpo. Sexy, pero no tanto. Pero yo sufrí un montón y me costaba hacerlo, pero tenía que hacerlo porque era un buen espectáculo de revista con Carmen Barbieri”.
Entonces afirmó: “Con Carmen dije ‘yo me tengo que superar, me tengo que querer’, porque o sino es un sufrimiento trabajar en algo en que estás expuesta”.
¿Cómo le ayudó Playboy a Rocío Marengo?
Después de todo lo reflexionado, Rocío Marengo reveló lo que hizo para atreverse a estos desafíos: “Hice terapia para aprender a quererme, para superarme, para que no me dé vergüenza las cosas. Fui a un psicólogo en plena temporada de teatro en Mar del Plata. ‘Mirá, trabajo con mi cuerpo, me da vergüenza, no me quiero, no me gusto’. Y empecé a hacer terapia”.
“Hasta que yo dije: ‘Ok, para demostrarme que yo me gusto…’, porque el gustarse y el quererse tiene que comenzar por uno. Yo no puedo pretender que me quieras, o gustes de mí, si yo misma no me quiero’. Y dije ‘me gusto’”, añadió.
Fue entonces cuando dijo que se sentía espléndida y decidió incursionar en la revista Playboy. “Y no sabías cómo estaba durante la producción. ¡Desnuda! Me daban una bata para que me tape entre foto y foto. ¡Pero libre! Me sentía una paloma libre”, confesó Rocío.
También reveló cómo se gestó la siguiente sensual sesión de fotos. “Me llega la propuesta, una oferta económica muy importante, y bueno… dije ‘estoy preparada’. Y ya me endulcé y fui por la segunda. Como mi perfil siempre era muy tranqui, de repente en Playboy fue muy vendida. Y luego me eligieron para ser tapa nuevamente de un número que era aniversario”, relató.
“Llegué a los 90 centímetros de cadera y todavía no puedo creerlo. Al fin logré el cuerpo que siempre quise, con medidas perfectas”, finalizó Rocío Marengo.