A partir de esta semana comenzó a regir la nueva ley que permite el cambio de orden de los apellidos de los ciudadanos chilenos. Así, los padres -siempre y cuando exista común acuerdo- podrán elegir si ponen a sus hijos en primer lugar el apellido de la madre o mantienen primero el del padre.
Esto implica, eso sí, que la elección para el primer hijo de la pareja se hará extensivo para todos los demás que tengan. Es decir, el orden de los apellidos del primer hijo de la pareja será el que tendrán todos los demás hermanos menores.
Según consiga Radio ADN, la nueva legislación también permite que los adultos puedan cambiar el orden de los apellidos simplemente agendando una reunión y realizando el trámite en el Registro Civil. Este será gratuito y solo tendrá el costo de la nueva cédula de identidad o la publicitación en el Diario Oficial. Además, solo se podrá hacer una vez en la vida.
“Tiene una sola posibilidad, sino esto sería muy irresponsable y tendríamos una situación de confusión de identidades que no es lo que busca la ley. Lo que busca la ley es la igualdad entre hombres y mujeres”, dijo a 24 Horas el ministro de Justicia, Hernán Larraín.
¡Tenemos excelentes noticias! Desde hoy ya es posible solicitar el #CambioOrdenDeApellidos, un importante paso que permitirá que hijos e hijas lleven como primer apellido el de su madre en su inscripción. Infórmate sobre requisitos y agenda tu hora en https://t.co/EoeteFhtVb pic.twitter.com/hkqADEjB8p
— Registro Civil RM (@RegCivil_RM) January 11, 2022
Otras opciones
En el caso de que la persona que desee cambiar el orden de sus apellidos tenga hijos, si estos son menores de 14 años siguen el cambio de apellido del padre. Si son mayores de 18 años, ellos pueden decidir.
Además, quedan excluidas de este derecho las personas actualmente formalizadas o procesadas por la Justicia, que tuvieran órdenes de arresto o detención, o condenadas por un crimen o delito con pena aflictiva.
Hasta ahora, para cambiar sus apellidos o el orden, las personas debían pasar por vía judicial un proceso en el que acreditaran que eran reconocidos por sus cercanos con esos distintos apellidos.