Hay momentos del fútbol que quedarán para la historia colectiva nacional y que se convirtieron en tendencias que pasan de generación en generación. Es el caso del mítico Pato Yáñez.
El gesto que nació en la mente creativa del futbolista Patricio Yáñez, en el que se agarra las ‘joyas de la familia’ pasó a la historia gracias a ese 03 de septiembre de 1989, donde el fútbol nacional tuvo su día más negro.
Todo ocurrió en el Estado Maracaná, cuando Chile enfrentaba a Brasil en el duelo clasificatorio para el Mundial de Italia ’90, ese mismo episodio donde se vivió uno de los momentos más negros del fútbol nacional. Todo en medio del corte en la ceja de Roberto «Condor» Rojas.
Como una forma de defender a su compañero de equipo quién supuestamente había sufrido un ataque en el que terminó con la ceja rota, y ante la constante presión del público por seguir con el partido. Pato Yáñez no encontró nada mejor que responderle a los peloteros agarrando sus genitales. Gesto que no pasó desapercibido en ningún lugar del mundo.
Las reflexiones del jugador
Aunque Patricio Nazario tuvo una destacada trayectoria, jugó un Mundial y hasta fue parte del histórico triunfo colocolino en la Copa Libertadores 91, ese acto reivindicativo de tocarse los genitales y dedicárselo a la galería lo catapultó a la categoría de mito urbano.
«La circunstancia era que habían agredido a un compañero, quien estaba herido y sangrando en el pasto, mientras el público exigía que continuara el juego. Fue una actitud de repudio ante esa situación. Ahora, después de saber de la simulación y con la perspectiva de los años uno evalúa mejor las cosas», expresó hace algún tiempo Pato Yáñez.
«El gesto que me surgió espontáneamente y no corresponde al comportamiento que debe tener un deportista, más allá de cualquier circunstancia. Me da vergüenza cuando escucho a los niños decir que le hicieron “un Pato Yáñez” a alguien», sentenció.