Este jueves se cumplen 10 años del terrible accidente del casa 212 que capotó en la Isla de Juan Fernández, llevándose la vida de 21 personas, entre ellas el animador Felipe Camiroaga.
En un emotivo homenaje que ha realizado durante toda la mañana el matinal Buenos Días a Todos, tuvo una conexión bastante especial. Paola Bontempi, hermana del fallecido animador, conversó en exclusiva con el programa.
Directamente desde España, la actriz y también presentadora de tevé reflexionó sobre estos diez años desde el accidente donde fallecieron 20 personas y su hermano, Felipe Camiroaga.
«Diez años es un montón de tiempo, pero hay una sensación como contradictoria y extraña. Por un lado soy consciente que ha pasado tiempo y así lo siento, pero por otro lado se me ha pasado muy rápido y sigo teniendo incluso momentos donde dices ‘no me puedo creer que esto haya pasado'», reconoció Paola.
Recordó el fatídico día
La mujer también fue consultada por los animadores sobre como fue que se enteró del accidente que había afectado a su familia. Especialmente porque ella se encontraba en España.
«Aquí era medianoche. Yo estaba medio desvelada porque acababa de tener un bebé (…) estaba en casa con la peque medio despierta, medio dormida y me llamó mi padre por teléfono», relató la hermana de Felipe Camiroaga.
«Mi padre lo que me dijo fue lo que le habían comunicado a él que ‘Feli iba en un avión y ha desaparecido en el mar’. Ahí agarré el teléfono, me agarré a un amuleto que teníamos en común mi hermano y yo y ya me quedé despierta toda la noche (…) Al día siguiente cogimos un avión a Santiago», comentó Paola.
Uno de los detalles que no pasó desapercibido fue la emoción que mostró Bontempi, quién destacó el inmeso cariño que el pueblo chileno le tiene a Felipe Camiroaga.
«Ver que el recuerdo de mi hermano sigue tan vivo, que todavía hay tantísima gente que le quiere muchísimo (…) te das cuenta que su presencia era enorme y lo sigue siendo porque sigue estando en el corazón de gran parte del país», destacó Paola.
Además, reveló que «Felipe adoraba a su país y tenía una conexión muy profunda con el pueblo chileno (…) él tenía un carisma especial, tenía una presencia especial, tenía mucho ángel y es un don con el que nació», sentenció.