Julio César Rodríguez reveló que famoso le hizo «gancho» con Begoña Basauri
Julio César Rodríguez contó que un colega del medio le ayudó a conquistar a la chiquilla, incluso compartieron juntos en varias ocasiones.
Hay varios rumores en farandulandia respecto a los amoríos que los famosos no han confirmado pero que están más que comprobados por los sapos. Uno de ellos era el de la relación entre Julio César Rodríguez y Begoña Basauri.
Lo bueno es que el rumor fue confirmado luego de años por uno de sus protagonistas, el animador del matinal «Contigo en la Mañana». En conversación con el programa «Socios de la Hamburguesa», animado por Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta y Pedro Ruminot, JC contó la firme.
«Nosotros con Julio nos conocimos…Nos conocíamos de antes, muy buena onda -comentó Saavedra-. Pero nosotros yo creo que tuvimos una profundidad en nuestra relación en Viña. ¿Te acordai?», lanzó primero el locutor de Radio Pudahuel.
Fue en ese preciso momento que Julio César Rodríguez reveló quién había sido el cupido en su relación con Begoña Basauri.
«Es que Pancho me hizo gancho con la Begoña…», lanzó. Ante esto Saavedra le pidió que se quedara piola, cubriéndose el rostro. «¡Cállate, estúpido! ¡Eso no tenías que contarlo!».
Luego de lanzar el secreto, el JC quería contar todo lo que había pasado, especialmente cuando su relación se unió en medio del Festival de Viña.
Sin embargo, se arrepintió y decidió no contar nada. «Primero que todo, porque Pancho podría quedar en problemas. Segundo, porque Begoñaa está súper enamorada. Pero fue una bonita historia, porque fue una historia de amistad», señaló.
Detalles más o detalles menos, hay una cosa clara sobre esa historia. «Lo pasamos la raja en ese Festival de Viña», aseguró Pancho Saavedra.
Panchito tocando el violín
Otro de los detalles que llamó la atención al revelar este secreto, fue que Julio César Rodríguez contó que estaba pasándolo chancho en Pichilemu con Begoña, cuando de repente una llamada de Saavedra lo cambió todo.
Según relato, el locutor de Pudahuel estaba pasando por un mal momento amoroso y necesitaba del apoyo de sus amigos para superar ese mal rato. Fue ahí que el chiquillo se pegó un viaje de cinco horas desde Curicó a Pichilemu, llegó con pastelitos y pastel de choclo, y tocó el violín.