Como olvidar cuando varios videos de fiestas clandestinas en Zapallar y Cachagua se tomaron las redes sociales y generaron indignación en la ciudadanía.
Los carretitos contaron con la presencia de hijos de importantes empresarios y políticos del país, quiénes al parecer no estaban ni ahí con la pandemia.
En aquella ocasión los aforos se superaron a máximo nivel, olvidando el máximo de 20 personas permitidas en Fase 3, del Plan Paso a Paso.
Si eso fuera poco, no había distanciamiento social y el uso de mascarilla fue totalmente olvidado por los carreteros.
Cuando ocurrió el hecho en Zapallar y Cachagua, la Subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell se refirió duramente a lo que había ocurrido en el sector.
«Zapallar aumentó sus casos, a propósito de esta fiesta clandestina, en un 307%. Si alguien se muere ya saben a quién irle a preguntar», expresó.
Hasta la diputada Ximena Ossandón tuvo que salir a dar la cara y reconocer que sus hijos participaron en dichas fiestas, mostrándose avergonzada.
«Siento una tremenda vergüenza. No hay que empatar; uno se tiene que hacer cargo. Es una vergüenza, es irresponsable, dada la contingencia sanitaria que existe. Si hay sanciones que se cumplan. Con el tema de salud no se puede jugar», comentó en el matinal Contigo en La Mañana.
Con lo grave que fue la situación en medio de la crisis sanitaria, y luego de haber cursado las multas. Ninguno de los irresponsables ha pagado lo que debe por la infracción.
Suelten las lucas
Ya han pasado varios meses desde que ocurrieron los hechos en Zapallar y Cachagua, donde fueron cursados más de 37 infracciones entre asistentes y organizadores.
Y ojo que las multas para los irresponsables, superaban los $51 millones. No era algo poco.
Pero lo peor viene ahora, luego de que La Tercera revelara que ninguna de las multas ha sido pagada por aquellos que fueron castigados por infringir la ley.
Las multas suman un monto de 3.585 UTM, esto equivale a $186.437.925 millones.
«Tras lo sucedido con las fiestas clandestinas nos empezamos a dar cuenta de que iba a ser un tema complejo, un tema país. Por lo que reforzamos los controles y canales de denuncia, así como la coordinación con funcionarios municipales, las policías y las Fuerzas Armadas. Después la denuncia se realizaba al instante», explicó el exseremi Francisco Álvarez.
Al iniciar el año, la Policía de Investigaciones solicitó a la Seremi de Salud de Valparaíso los oficios de los sumarios sanitarios asociados a fiestas clandestinas de Cachagua, Zapallar y Laguna.
Sin embargo, a la fecha los oficios no han sido remitidos desde la autoridad sanitaria al persecutor.