Un hombre de nacionalidad peruana, identificado como Piero Rosales quedó con arraigo nacional, acusado de el delito de estafa, tras engañar a una Técnico en enfermería con más de 8 millones de pesos.
El sujeto de 20 años, conoció a Nicole, su víctima, por Facebook y luego de unos meses inició una relación con ella. Logró convencerla de que era un heredero de nacionalidad Italiana que padecía de una enfermedad terminal.
La gran estafa
De acuerdo a Nicole, conoció a Piero a través de Facebook Parejas. Él le contó que actualmente estaba viviendo en Chile, gracias a los contactos de su papá italiano.
El estafador le explicó que estaba trabajando como Ingeniero en Prevención de Riesgos en una obra de construcción de Las Condes. Además, le dijo que vivía en la casa de su nana peruana a quien la consideraba como su madre adoptiva.
Nicole le contó a Las Últimas Noticias que cuando llevaban un mes de relación, Piero le reveló que tenía un tumor cancerígeno en el corazón y que sólo le quedaban dos meses de vida si no se operaba a tiempo.
Para empeorar la situación, le contó a Nicole que había discutido con su padre y con su familia adoptiva por lo que había quedado casi en la calle.
La historia conmovió a Nicole ya que Piero lloraba de angustia cada vez que hablaban, así que ella se decidió a ayudarlo. Para eso tuvo que pedir un préstamo en una tienda comercial y finalmente le prestó los $8.500.000 en efectivo, que supuestamente Piero iba a usar para su operación.
Piero le envió un mensaje por WhatsApp a Nicole para decirle lo agradecido que estaba con ella y añadió: “Amor si llega a pasarme algo dejaré escrito en mi herencia que tú recibirás el 100% de mis acciones”.
Después de eso, Nicole no logró contactarse más con él. La Técnico en Enfermería quedó con una deuda económica por más de 5 años, lo que significa que todos los meses va a tener que pagar cuotas de 200 mil pesos.
Los antecedentes de la policía
El comisario Héctor Gómez, de la Bicrim de Puente Alto, explicó que descubrieron que Piero no tenía ascendencia italiana. Además pudieron confirmar que efectivamente trabajaba en una construcción en Las Condes pero no como Ingeniero en Prevención de riego, si no que como obrero.
También confirmaron que sus padres biológicos eran los que él había consignado como padres adoptivos.
En la casa del criminal se encontraron más de $6.000.000 en efectivo, además de dólares, consolas de videojuegos, relojes y tres pistolas a fogueo.
