Una de las grandes virtudes del ser humano es disfrutar dándolo todo en el ring de cuatro perillas, pero cuando esto comienza a tener problemas se podría transformar en un gran dolor de cabeza para la pareja. La principal razón: falta de deseo sexual.
Según explican los secos en el arte amatorio del Instituto Sexológico Murciano, la falta de deseo sexual podría tener diversas causas, pero muchas veces son atribuibles a factores orgánicos del cuerpo humano.
Algunos casos son por ejemplo: tratamiento con algunos medicamentos, alteraciones hormonales, problemas neuroendocrinos, enfermedades metabólicas y enfermedades crónicas.
Pero también, hay causas psicológicas, que aunque usted no lo crea afectan directamente las ganas de mirar la luz en el más allá. Dentro de eso podrían considerarse problemas de pareja, disfunciones sexuales, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, estrés, cansancio, miedo a no satisfacer a la pareja, vida sexual poco satisfactoria y monotonía.
Y ojo, que dicho problemilla va para ambos casos, tantos hombres como mujeres podrían verse afectados. Así que no le tiré la culpa a uno solamente.
¿Y el efecto pandemia?
Lamentablemente, la llegada del Covid-19 ha agudizado mucho más la falta de deseo sexual en las parejas, esto debido a la incertidumbre y los problemas emocionales que ha dejado el bicho en el mundo entero. Y si se le suma convivir 24 horas con la casa llena, es imposible.
Pero la más afectada ha sido la mujer, así lo evidenció el Centro Miintimidad, que realizó un estudio en el que 523 mujeres entre 18 y 59 años, declararon que su frecuencia de encuentros sexuales ha disminuido durante la pandemia, evidenciándose en un 63,9% .
Y eso no es todo, ya que su deseo sexual bajó en 35,9%, mientras que el 71,7% de los 170 hombres entrevistados reconoció que su sexualidad se ha visto perjudicada.
Póngase en campaña y siga estos consejos
Si quiere hacer algo para cambiar las cosas y volver a tener esa risa picarona, lo primero que debe hacer es conversar con la pierna, hablen sobre lo que está pasando y como podrían solucionarlo. Es importante escucharse y saber o que quiere el otro.
Una idea que no estaría mal es atreverse a utilizar elementos que los motiven a jugar, no sea cartucho inventen fantasías, prueben juguetes que los dejen contentos a los dos. La felicidad es compartida.
Finalmente, si la situación está crítica, no tenga miedo de acudir a un profesional. Si es a nivel orgánico, asista a un sexólogo para que lo oriente. Pero si las causas son psicológicas, atrévase y tome terapia, le cambiará la vida.
