03 May, 2021. 15:44 hrs

¡Aun hay patria Tenchita! La menopausia no acabará con el deseo sexual

Dicen los mal hablados que con la llegada de la menopausia, las MILF se ponen menos ganosas en el arte amatorio.


Dicen los mal hablados que con la llegada de la menopausia, las MILF se ponen menos ganosas en el arte amatorio. Es que este este terrible periodo hormonal genera algunas complicaciones en la intimidad pero nada que no se pueda solucionar.

Todo pasa cuando la mujer llega a los 50 y comienzan aparecer algunos malestares que podrían generar incomodidades en el acto sexual, como por ejemplo la sequedad vaginal, debido a que hay menos producción de humedad y se pierde elasticidad, lo que podría generar rechazo en algunas féminas.

Según informó en una entrevista para la Revista Semana, la psicóloga y sexóloga, Rosa Guevara, lo anterior se podría ver reflejado claramente «en ciertos tipos de actividad sexual, como la penetración».

A eso se le suma la menor producción de cantidad de hormonas de estrógeno y progesterona, que podría producir cambios en el deseo sexual, pero nada terrible.

¡Pero tranqui! Nada está perdido, ya que hay algunas formas de sacarle la lengua a dichos malestares y disfrutar como buena gozadora de una noche de pasión. 

Así lo confirmó el libro «The M Word: Everything You Need to Know About the Menopause», de Philippa Kaye, donde deja clarito que «la menopausia no condena la intimidad de la mujer y que existen terapias, como las de reemplazo hormonal (TRH), que pueden ayudarla a disfrutar a plenitud del sexo».

Aunque no todas viven de forma crítica el periodo, ya que en algunos casos el deseo sexual se dispara producto de la seguridad de que no habrá riesgo de embarazo. Lo que permite disfrutar sin complejos de dicho proceso.

Algunos datos útiles que compartió Guevara, para disfrutar como diosa del Olimpo de la sexualidad es el consumo de testosterona para aumentar la lívido.

Pero si es de las más deportistas, ejercitar el piso pélvico podría ayudarle a mantener el tono muscular de dicha zona que se pierde con la llegada de la menopausia. Algo tan simple como apretar el piso de la pelvis durante tres a cinco segundos y luego relajar, le podría cambiar la vida.


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