El fatídico show de Alejandro Sanz: le permitió volverse amigo de Luis Miguel y Miguel Bosé
La noche del 20 de febrero Alejandro Sanz debía tener un espectacular debut en el festival de Viña del Mar, pero todo salió mal.
La noche del 20 de febrero es una que Alejandro Sanz desearía borrar. Ese día debía tener un espectacular debut en el festival de Viña del Mar, pero todo salió mal.
Apenas Antonio Vodanovic anunció al artista los problemas comenzaron. Desde un teclado que no funcionaba a una guitarra que nunca se escucho, era evidente como Sanz iba perdiendo la paciencia en plena transmisión.
Con el fin de disminuir la tensión del momento, los animadores le pidieron a Sanz que improvisara algunas canciones de flamenco, pero el espectáculo no remontó. Aunque logró cantar algunas canciones era evidente que Sanz estaba disgustado.
Cuando terminó su concierto la rabia de Alejandro Sanz se convirtió en tristeza.
«El monstruo aplaudía, Alejandro, a pesar del éxito, abandonó el escenario llorando de rabia”, recuerda Miguel Ángel Arenas, mánager de Sanz en esos años.
En ese entonces el festival de Viña era una importante plataforma que permitía a los artistas proyectar sus carreras al mercado latino. Es por eso que Sanz sintió que había desperdiciado su valiosa oportunidad.
La amistad del Sol de México
Esa noche, uno de los cientos de espectadores del concierto de Sanz era nada mas y nada menos que Luis Miguel.
Es Sol de México se encontraba en Viña del Mar esperando su turno para presentarse en el festival, y estaba planeando realizar otros conciertos en el país.
Luis Miguel siguió de cerca la presentación de Sanz, como lo hacía con todos los cantantes que consideraba su competencia directa. Al verlo fracasar de esa forma decidió ayudar al compungido Sanz.
Su manager recuerda que apenas sacaron a Alejandro del escenario, los estaba esperando todo el equipo del Sol.
“Luis Miguel nos metió en su suite del hotel, donde había montado su cuartel general, e intentó arropar a Alejandro. Era algo que en aquellos momentos sólo podía hacer otro gran artista, alguien que como él supiera lo que estaba pasando Alejandro”.
Una vez en el hotel la fiesta se armó. Se volvieron amigos, intercambiaron teléfonos y se juntaron con Miguel Bosé quien también se encontraba en el hotel esperando su turno para presentarse en el festival.
“Al final, pasamos una noche inolvidable. Luis Miguel, cantando por Antonio de Molina, Alejandro, tocando la guitarra; Miguel Bosé, bailando por bulerías; y yo de palmero. La noche se convirtió en una leyenda” cuenta el manager.
El ambiente que se generó entre los músicos fue tan bueno que Miguel Bosé invitó a Sanz al escenario en medio de su presentación para cantar juntos. Incluso Bosé aprovechó de mandarle un saludo a Luis Miguel.
“…para Micky, que nos está viendo por televisión”. Luego ambos cantantes entonaron juntos “Nada particular”.