Marilyn Manson fue despedido de su sello, Loma Vista Recordings, luego de que su expareja, Evan Rachel Wood, lo acusara de abuso sexual.
A través de sus redes sociales, la compañía señaló que “a la luz de las inquietantes acusaciones de hoy de Evan Rachel Wood y otras mujeres que nombran al artista como su abusador, Loma Vista dejará de promover más su álbum actual con efecto inmediato“.
— Loma Vista Recordings (@LomaVistaRC) February 1, 2021
“Debido a estos desarrollos preocupantes, también hemos decidido no trabajar con Marilyn Manson en ningún proyecto futuro“, sentenciaron.
AÑOS DE ABUSO
Recordemos que Evan Rachel Wood reveló que el cantante estadounidense “comenzó a seducirme cuando todavía era un adolescente y luego abusó terriblemente de mí durante años“.
La artista de 33 años, estuvo oficialmente en una relación con Manson durante varios años antes de comprometerse en 2010. Rompieron unos meses más tarde. En 2018, la actriz testificó ante la Comisión de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes, evocando su largo calvario como víctima de maltrato psicológico y físico.
¿CUALES SON LAS OTRAS CAUSACIONES?
Tras la denuncia de la actriz, otras mujeres también hicieron uso de sus redes sociales para realizar acusaciones similares contra Manson, según publica bbc.com
Estas son algunas de ellas:
Ashley Walters aseguró que trabajó para Manson a tiempo completo como asistente personal. Contó que el músico «con frecuencia se volvía violento» y arrojaba platos de vidrio y objetos pesados.
Walters alega que Manson la ofreció para tener encuentros sexuales con colaboradores y continuó acosándola después de que terminó su relación profesional y que todavía lucha con el trastorno de estrés postraumático y la depresión.
Gabriella, una artista también conocida como SourGirrrl alega que Manson la amarró repetidamente y la violó.
Según su testimonio, el músico la obligó a tomar drogas y le exigió que hiciera un «pacto de sangre» con él cortándoles ambas manos con cristales rotos.
La artista asegura que pasó una Navidad en el hospital después de intentar suicidarse, y desde que rompió con Mason le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático y todavía sufre pesadillas.
Sarah McNeilly afirma que Mason la arrojó contra una pared y «amenazó con golpearme la cara con un bate de béisbol».
También asegura haber sido encerrada en una habitación, además de recibir abusos verbales «durante horas».
McNeilly dice que ahora sufre de estrés postraumático y problemas de salud mental.
Ashley Lindsay Morgan dice que «no se le permitió comer, dormir ni salir» de la casa de Manson. Afirma que el músico la cortó y la quemó y le pidió que le trajera objetos nazis.
También dice que su relación con el músico le dejó estrés postraumático, ansiedad y terrores nocturnos.