A través de una carta dirigida a la directiva y la comisión política, Pablo Longueira presentó su renuncia a la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido en el que militó durante 37 años. También señaló que no postulará a la Convención Constitucional, tal como había anunciado.
El exsenador fue una de las figuras fundamentales del gremialismo, fue su fundador, ocupó diversos cargos —tanto en la colectividad como en los poderes Ejecutivo y Legislativo— e incluso se perfiló como candidato presidencial.
“Después de una oscura maniobra realizada el último día que se cerraba la inscripción de las candidaturas en la elección interna del partido, que me impidió ser candidato a la presidencia de la UDI, le solicité a mis abogados que estudiaran si existía alguna inhabilidad para ser candidato a la Convención Constitucional”, es la introducción de la carta que consignó El Mercurio.
Destacar que el ex secretario de Estado cedió su postulación a Víctor Pérez, quien fue respaldado por la directiva de ese entonces, encabezada por Jacqueline van Rysselberghe.
La respuesta que Longueira recibió de sus asesores jurídicos que “la reforma era clara en el sentido que solo están excluidos aquellos que hayan perdido la ciudadanía. La reforma constitucional permite ser candidato a la Convención a aquellos que, sin haber sido condenados, ya que aún no han podido ejercer el derecho a defender su inocencia en un juicio oral, hayan perdido el derecho a sufragio por estar acusados con una pena aflictiva. Ese es mi caso”.
Lo anterior alude al caso SQM que enfrenta en la justicia. “No está de más volver a reiterar que soy completamente inocente. En la vida pública me autoimpuse conductas éticas muy superiores a las normas y leyes”, subrayó.
Respecto de su postulación al órgano que redactará la nueva Constitución, Longueira acusó que “lo que sí concluyeron todos era que debía hacerlo como independiente dentro de un pacto, porque la legalidad de mi afiliación al partido podía ser cuestionada e inhabilitar mi candidatura.De no poder inscribir la candidatura como independiente, me recomendaban no postular”.
Una de las conclusiones de su misiva afirma que “jamás en mi vida he ambicionado un cargo, los que ocupé, y que no fueron pocos, lo hice porque estimé que servía a mi país. No pocos años y esfuerzo dediqué con los demás fundadores a conformar el partido que hoy dirigen”.
“Después de siete años de estar alejado de la política, creí que era un deber volver a lo público pensando que podía aportar en un desafío trascendental para el país. Hoy tengo claro que ustedes no piensan lo mismo“, sentenció.