El fiscal José Morales, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, decidió llevar a juicio al imputado por el ataque incendiario ocurrido a principios de este año a la iglesia de Carabineros de San Francisco de Borja, ubicada en la comuna de Santiago.
De acuerdo a lo publicado por El Mercurio, el persecutor detalló en un documento que el acusado, Gerardo Leal, ingresó al recinto y arrojó “en al menos dos ocasiones, un líquido inflamable y acelerante a una alfombra y a un mueble de madera, prendiéndolos con un encendedor”.
Luego que se propagó el fuego, “lanzó líquido acelerante a unos fardos de un pesebre, y luego, con el encendedor que portaba los incendió”, se indica en el escrito.
Por el incendio el persecutor pidió ocho años de cárcel, y por otros delitos posteriores al ataque solicitó otros seis años más.
En el incendio a la iglesia también se quemaron las oficinas parroquiales, la casa parroquial, casino del personal, dependencias del capellán jefe y laboratorio. Estos daños fueron avaluados en $70 millones.
El fiscal, para sustentar los delitos, presentó como prueba 22 testigos, 15 documentos, 24 sets fotográficos, y evidencia material, como un polerón con capucha gris, un encendedor, muestras levantadas de sus manos y ropa del acusado. En total, son 23 elementos, incluidas botellas con trozo de tela concordante con bombas molotov, las que habría fabricado y lanzado dos a Carabineros.
Además, Morales indicó que no hay posibilidad de salidas alternativas para el acusado.
