El primo de Christel Rodríguez, Jhonatan Mujica, es un modelo chileno de 25 años, que además tiene sangre venezolana, y triunfa en Europa.
En entrevista con LUN, el maniquí contó que su carrera comenzó a los 19 años en Argentina, donde también trabajaba como personal trainer. “Después de estudiar un año kinesiología en Chile, decidí estudiar medicina en Buenos Aires“, explicó. En ese momento, la agencia EP Bookers lo contactó por Instagram para preguntarle si quería ser modelo.
Terminó aceptando, y comenzó a ganar millones de pesos. “Me cuestioné todo, porque yo como personal trainer ganaba 500 o 600 lucas, y me amargaba pensar que debía estar 12 años estudiando medicina para recién comenzar mi vida, así que decidí lanzarme a esta profesión que jamás imaginé“, reconoció.
Además, relató que en esa época, trabajaba y estudiaba: “No paraba en todo el día y estaba con mucho estrés. En seis meses bajé 23 kilos, de 95 a 72 kg. La agencia me llamó para renovar mis fotos, pero yo no quería. Me daba vergüenza verme así, tan flaco, porque siempre había sido musculoso”.
“Acepté porque insistieron, pero les advertí que pronto volvería a ser el mismo. Cuando me vieron, les gustó. Me dijeron: ‘Estás perfecto’, y tenían razón, porque todo cambió en 180 grados”, agregó.
El reto de Domenico Dolce
Hoy trabaja en una de las capitales de la moda, Milán, Italia, e incluso trabaja para Dolce & Gabbana, donde vivió un particular momento.
“Conseguí un desfile con Dolce & Gabbana. Llegué 15 minutos tarde para el fitting (prueba de vestuario) y mi agencia me llamaba y me llamaba, y yo muy tranquilo pensando: ‘¿Cuál es el problema? Si hay otros 150 modelos (…) Cuando llegué no pasé inadvertido. Fui el único modelo que ubicaron en un rincón”, indicó.
“Un señor me agarró del traje, me miró de frente y me dijo: ‘Tú no llegas tarde nunca más, ¿entendiste?’; y yo como: ‘Sí, perdón, no fue mi intención. Cuando salí del fitting mi amigo me dice que el reto había sido del mismísimo Domenico (Dolce). Yo no podía creer que estuviesen ahí en todo momento, así que busqué en Google y efectivamente era él.(…) Es que yo era muy ignorante, conocía las marcas, pero no las caras de todos los diseñadores”, comentó Jhonatan.
“Desde ese día hasta hoy sigo trabajando para ellos. Ya llevo ocho desfiles, una campaña y me invitaron a su fiesta de fin de año (2019). Fue mala suerte llegar tarde ese día, pero al final fue buena suerte, porque ese retraso de alguna forma llamó su atención. Al final uno nunca sabe cómo trabaja el destino”, concluyó el joven.