«Me crié en una casa pequeña, donde podía escuchar lo que hablaban mis vecinos. Tuve la suerte de contar con la ayuda de muchos de ellos, que me criaron como si fuera su hija. Aprendí a sumar y restar en el almacén al lado de mi casa. ¿¡Cómo no estar agradecida!?», así fue que María José Quintanilla revivió sus grandes momentos de infancia para crear su último single ‘Vengo de pobla’.
En la Villa General Baquedano de Maipú, Santiago, la artista descubrió su pasión por la música, a crecer en lugar donde todas las puertas estaban abiertas, pero también, comenzó a entender que en muchas ocasiones las personas la juzgaban por dónde vivía, vestía y estudiaba. «No lo comprendí hasta más grande, se nos etiquetaba hasta por nuestra forma de hablar!», concluye.
El tema fue escrito y compuesto por ella misma, durante el confinamiento producto de la pandemia covid-19, donde la desigualdad y las diferencias sociales se hicieron evidentes, «pero a la vez pude darme cuenta cómo la solidaridad y la preocupación de los vecinos eran parte del día a día en mucha poblaciones, por ejemplo, a través de las Ollas Comunes», dice ella María José.
«‘Vengo de pobla’, para mí fue una especie de catarsis. El saber que todos somos personas maravillosas, me hizo comprender y aceptar que la identidad y el valor de nuestro pasado de esfuerzo y unión, son vitales para crecer como pueblo. Fue así como la letra y música comenzaron a hacer sentido en mi corazón», afirma la cantante.
La melodía partió en la guitarra hasta que muy pronto se transformó en una cumbia-comparsa escrita desde el ADN barrial: «La pobla es vida, es alma y es fiesta», declara en ‘Vengo de pobla’.
El single está disponible en radios y plataformas digitales desde el 2 de octubre. En tanto el video clip será estrenado este 7 de octubre. Dirigido por Ricardo Cornejo, fue grabado bajo todas las normas covid-19, en la Villa General Baquedano (Maipú), lugar donde María José Quintanilla aprendió a comprender el valor de sentirse orgullosa de sus raíces.