Esta mañana Raquel Argandoña habló por primera vez sobre la polémica de Nano Calderón y su padre, Hernán Calderón Salinas.
En conversación con Amaro Gómez-Pablos, ella partió relatando que ha vivido este proceso sola y que es uno de los dos hechos más dolorosos que ha pasado en su vida. ‘El primero fue cuando me quitaron la tuición de mis hijos’, señaló.
Además, Raquel quiso aclarar algunos asuntos que quedaron confusos en la formalización de este martes.
‘Mi hijo no organiza carreras clandestinas. Es el presidente de una organización de autos… Y en cuanto a drogas, son dos gramos de marihuana (que le incautaron), para muchos de consumo personal’,
Aparte, sobre la manipulación de armas, la figura de Canal 13 señaló que Nano ‘es deportista, él practica tiro en un club’.+
‘Fallamos como papás’
Con respecto a la prisión preventiva en que quedó su hijo tras atacar a su padre, Raquel Argandoña fue enfática en que la responsabilidad principal no es de él.
‘Yo creo que si alguien debería ir a la justicia, deberíamos ser Hernán y yo. Nosotros fallamos como papás. Quizás por darle económicamente todo lo que a lo mejor no tuvimos, cuando fuimos jóvenes y niños, descuidamos a nuestros hijos’, declaró la opinóloga entre lágrimas.
‘Me gustaría pedirles perdón, tanto a Kel como a mi hijo, por haber fallado como padres. Lo hemos pagado caro’, agregó.
Acusación de parricidio frustrado
En cuanto a los cargos formulados contra Hernán Calderón Argandoña, su mamá aseguró que el objetivo no era dar muerte a su padre.
‘La querella por parte del padre dice matar, no. Yo conozco a mi hijo. Hernán quiso asustarlo, pero nunca matarlo’, relató.
‘Para mi hijo, su papá era un súper papá. Entonces, cuando se entera de estos whatsApp que su polola le manda mucho tiempo antes de lo sucedido y se entera de las posibles tocaciones, obviamente no lo puede entender’.
‘Pero mi hijo nunca pensó asesinar a su papá… Toda mi familia necesita tratamiento. Somos una familia de mierda, tanto Hernán como mi hija, mi hijo y yo necesitamos tratamiento’, agregó.
E insistió sobre la responsabilidad compartida.
‘Ambos somos responsables del actuar de nuestros hijos, porque es lo que formamos, es lo que pensamos que era mejor y nos equivocamos’.