Luego de la formalización de cargos contra Hugo Bustamante, principal imputado por la muerte de la joven, recientemente se dio a concocer el informe elaborado por Gendarmería el 2016 que anticipaba un riesgo en caso de otorgarle la libertad.
Este documento sostiene varios aspectos de su vida en la cárcel, su formación junto a su familia, pero en especial hace hincapié en los aspectos sicológicos de Bustamante, los cuales era peligrosos, según la autoridad carcelaria, de dejar en la calle.
“Presenta un nivel y funcionamiento intelectual que recae en la categoría normal promedio, con un desarrollo normal de la mayoría de las funciones cognitivas, sin embargo, demora más de lo habitual en la comprensión de estímulos que necesitan de mayor elaboración cognitiva, por lo que su actuar es más impulsivo y poco sensato frente a situaciones triviales”, sostiene.
En lo mismo, agrega que “no logra identificar ni tampoco anticipar posibles consecuencias de sus actos, muchas veces busca solo justificaciones externas que logren minimizar el efecto de su conducta delictual. Se aprecia algo reticente a seguir con las normas sociales convencionales, por lo que sobrevalora su vida y lo que ha logrado con ella”.
Según indica el escrito el hombre tiene “una personalidad extrovertida y muchas veces avasallador en su discurso. Logra adaptarse adecuadamente a su medio, estableciendo relaciones personales adecuadas, pero que se alejan de un compromiso efectivo más profundo. Difícilmente se compadece, más bien le acomoda una actitud omnipotente frente a los demás, careciendo de empatía. Asimismo, con escasa resonancia afectiva se visualiza hacia sus hijos u otros familiares”, asevera.
“Emocionalmente se aprecia frío y poco empático con los demás, difícilmente expresa sus sentimientos o se compadece por el otro. Reconoce sus delitos pero de manera muy despectiva, señalando que el contexto lo llevó a cometer su delito que ya lo hizo y que le desagrada mucho que le pregunten antecedentes de los hechos (…) Solo reconoce el daño a sí mismo, no incluye en nada a sus víctimas o lo que socialmente pudo haber provocado”, complementa el informe.
En cuanto a las posibilidades de cambio, el escrito sostiene que “se encuentra en etapa de pre contemplación de motivación para el cambio, lo cual se deja en manifiesto con la actitud tenida en la entrevista, en que muestra poca disposición y empatía. No cuenta con proyectos de vida que sean reales o que permitan augurar un adecuado proceso de reinserción”.
El informe cierra con que Bustamante “siempre estuvo expuesto a violencia intrafamiliar (VIF) que existía entre sus padres, es por esta razón que destaca y reconoce haber crecido al lado de su abuela materna después que sus padres se separan”.
“Frente al delito toma una actitud muy efímera. Si bien reconoce el delito, intenta victimizarse reseñando sobre las motivaciones que lo llevaron a cometerlo, lo cual responde más a una necesidad extrínseca. En la actualidad se refugia en el consumo de drogas como la única causante de su delito”, cierra.