Carlos Pinto reveló los secretos detrás de sus irrupciones en los episodios de “Mea Culpa”
Mea Culpa ha regresado a las pantallas lo que ha sido bien recibido por los televidentes y lo han evidenciado en redes sociales
Mea Culpa ha regresado a las pantallas lo que ha sido bien recibido por los televidentes y lo han evidenciado en redes sociales. De hecho el programa policial suele ser lo más comentado en Twitter durante las noches de jueves y domingo, días en los que se repiten los capítulos.
A raíz de este retorno se creó un grupo de Facebook denominado “Mea Culpa en cuarentena”, que ya cuenta con más de 56 mil seguidores. Entre los miembros crearon una conversación en Zoom en la que participó el propio Pinto, quien reveló algunos de los entretelones del espacio que se emitió entre 1993 y 2009 en la señal estatal.
Uno de los secretos que contó el comunicador fue el origen de sus clásicas apariciones en medio de cada capítulo, las que incluso motivaron diversas parodias en la televisión local. Este fue uno de los puntos que Carlos Pinto profundizó en una entrevista con LUN.
“El director del canal en ese momento (Jorge Navarrete, quien dirigió el canal a inicios de los 90) me expuso que el programa podía ser muy violento y que era necesario explicarle a la gente que eran recreaciones en función de una entrevista final“, explicó. Incluso en una primera etapa, el programa incluía conversaciones con expertos, encabezadas por la periodista Cecilia Serrano.
En el detalle, Pinto aludió al momento en que irrumpía en la escena y los actores solían quedar congelados. “Al principio, cuando llegaba ese instante a los actores les daba pudor”, contó. “Yo lo que pedía era que todos los movimientos en la escena fueran mínimos para que no distrajeran, que no quitaran protagonismo al conductor. Pero después se empezaron a quedar quietos, como que se congelaban. Yo dejaba que se expresaran como ellos quisieran”.
Consultado por si alguna vez se arrepintió de este recurso, el conductor afirmó que “el hecho de que yo apareciera era para romper la magia y con eso la gente se daba cuenta que esto no era verdad, aunque también percibía que era el instante en que el destino se iba a cumplir en desmedro de la víctima”.
“A los dos años quise sacarlo, pero la gente tenía el poder sobre el programa y pidió que no lo hiciera“, sostuvo Pinto.
Por supuesto, no faltaron los chascarros. “Una vez tuvimos que parar la grabación porque cada vez que llegaba ese instante, la actriz soltaba un ataque de risa. Obviamente no la retamos, pero tuvimos que hacer un alto, ir a almorzar y retomar más tarde. Nos pusimos de acuerdo en que cuando yo saliera todos nos reiríamos para relajar”, reveló.