Así fue el regreso a clases durante la gripe española y este fue el resultado
Mientras aún se está luchando para contener la pandemia del coronavirus a la espera de una vacuna que entregue inmunidad,
Mientras aún se está luchando para contener la pandemia del coronavirus a la espera de una vacuna que entregue inmunidad, en Chile y en distintas partes del mundo está instalado el debate sobre si los estudiantes deben regresar a clases o no.
Pareciera que la discusión está lejos de terminar y por lo mismo es bueno revisar qué nos dice la historia y qué medidas se tomaron en el pasado respecto a este mismo tema.
La pandemia de 1918, conocida como la “gripe española” y que mató a más de 40 millones de personas en todo el mundo, es el ejemplo más cercano sobre lo que actualmente está viviendo la humanidad con el Covid-19.
Catalogada a menudo como “la madre de todas las pandemia”, también puso en jaque a las autoridades sobre si debían permitir que los estudiantes regresaran a las escuelas.
Según un artículo de CNN, en Estados Unidos la gripe mató a 675.000 personas y a pesar de que la mayoría de las ciudades cerraron sus escuelas, Nueva York, Chicago y New Haven decidieron mantenerlas abiertas.
La decisión de las autoridades sanitarias de la época de mantener a los estudiantes en las aulas se apoyaba en la hipótesis de que estaban más seguros y en mejor condición dentro de las escuelas que en sus casas. Hay que recordar que hace 100 años en Estados Unidos el 75% de los niños vivía en residencias de alquiler y en condiciones de hacinamiento, insalubres y con riesgo de enfermedades.
“Para los estudiantes en los distritos de viviendas de alquiler, la escuela ofrecía un ambiente limpio y bien ventilado, donde los maestros, enfermeras y médicos ya practicaban y -documentaban- inspecciones médicas rutinarias y exhaustivas” dice un artículo publicado en 2010 en Public Health Reports.
Además de este contexto, a los estudiantes no se les permitía reunirse fuera de la escuela y debían reportarse de inmediato ante sus profesores. Estos últimos eran los encargados de hacer una revisión exhaustiva a cada alumno para verificar si tenían fiebre o algún síntoma de la gripe.
Otro factor que influyó fue el distanciamiento social, sin embargo, esto se pudo conseguir porque la tasa de absentismo en las escuelas se disparó durante la pandemia. En la ciudad de Chicago la llamaron “fobia a la gripe”.
“La tasa de absentismo fue tan alta que realmente no importaba que las escuelas estuvieran abiertas”, dice el Dr. Howard Markel, historiador médico y director del Centro de Historia de la Medicina de la Universidad de Michigan.
“La decisión de mantener abiertas las escuelas en esta ciudad durante la reciente epidemia de influenza estaba justificada”, dice un documento de la época del Departamento de Salud de Chicago.
Sin embargo, es una conclusión que no es compartida por todos. Markel estudió los datos arrojados según los protocolos de 43 ciudades durante la pandemia de 1918.
La conclusión del especialista fue que las ciudades que implementaron diversas medidas de prevención, como la cuarentena y el cierre de las escuelas, obtuvieron mejores resultados. “El cierre de escuelas fue parte de esa contribución”, señala Markel.
Markel aclara que el Covid-19 no es igual que la influenza y que el mundo recién está conociendo este nuevo virus, por lo que hay mucho que aprender. Dicho esto, para el especialista la decisión correcta es el cierre de las escuelas. “Es mejor prevenir que curar”, señala.