Los príncipes Harry y William siempre han parecido muy cercanos, a pesar de sus obvias diferencias. Sin embargo, como en toda familia, la relación entre los hermanos es más complicada de lo que proyectan públicamente, y eso es justo lo que aborda el nuevo libro de un historiador experto en la familia real británica.
El biógrafo de la monarquía inglesa, Robert Lacey, consultor de la serie de Netflix «The Crown», confesó a través de un comunicado que se sorprendió al adentrarse en el mundo de las peleas entre los hijos de Lady Di, lo que dio como resultado su nueva obra, «Batalla de hermanos: William y Harry: la amistad y las enemistades», que saldrá a la venta el próximo 15 de octubre.
Lacey confiesa que esta especie de «batalla real» comenzó desde su más tierna infancia: primero, por el conflictivo matrimonio de sus padres y luego por lo que el historiador llamó «la pasión compulsiva de Carlos por Camilla Parker Bowles», actual duquesa de Rothesay y condesa de Chester. «Hemos visto conflictos entre herederos en cada generación reciente de la familia real, pero nada tan profundo como esto», sentenció el autor.
Según Us Weekly, el biógrafo reconoció también que está «asombrado, eufórico y conmovido por el conflicto de hermanos». De acuerdo al autor, el libro contiene revelaciones y detalles sobre el origen de los conflictos y la grieta cada vez más notoria entre los duques de Cambridge y Sussex, así como el rol que tuvieron sus esposas, las duquesas Kate Middleton y Meghan Markle, en cada uno de sus altibajos.
El experto también comentó que cada uno de los problemas que enfrentaron los hijos de Diana y el príncipe Carlos se debe en gran parte a sus personalidades y a sus opiniones sobre qué es mejor para la monarquía. «Estos dos hermanos , una vez tan cercanos que parecían inseparables , ahora están separados por un océano», aseguró.
El historiador puso en duda que los hermanos puedan reconstruir su relación, sobre todo ahora que el príncipe Harry está completamente alejado de la realeza desde que se mudó con su esposa a una mansión en Los Ángeles, y aseguró que la única capaz de recomponer los lazos es la abuela, la reina Isabel II.