En 2016 se confirmaba la separación entre Angelina Jolie y Brad Pitt, luego de una década de relación, tres hijos biológicos y tres adoptados.
Un quiebre que estuvo marcado por acusaciones de alcoholismo, manutención y rumores de infidelidad, que tuvo a las dos estrellas de Hollywood en el ojo del huracán del mundo del espectáculo.
La actriz de 45 años casi no se ha referido al quiebre, por lo que sorprendió al revelar algunos detalles de lo vivido en una entrevista con Le Figaro.
“Fue un momento complicado, no reconocía en lo que me había convertido, era más pequeña, como insignificante”, contó en una honesta conversación con el medio francés.
Jolie reconoce que fue un periodo particularmente doloroso. “Sentía una tristeza profunda y verdadera, estaba herida”, señaló.
Sin embargo, la actriz valora que lo difícil de la situación y el proceso que debió vivir le ayudó a replantearse aspectos de su vida y concentrarse en lo verdaderamente importante.
“Todas estas cosas se asientan en ti y te recuerdan la suerte que tienes de estar viva. Soy más resistente que antes, pero aún es un momento difícil. Tengo que redescubrir la alegría”, señaló.
La protagonista de Maléfica dijo que su experiencia la hizo mirar su lado más humano. “Volver a conectar con esta humildad e incluso esa insignificancia que sentí. Al final, esto es quizás lo más humano”, expresó.
Además, expresó que siempre ha tenido su rol de madre como lo más importante. “Por la mañana, me despierto mamá. Hoy, mañana otra vez y para siempre porque una vez que te conviertes en progenitor perteneces a otros seres, ya no te perteneces por completo”, señaló.
“Toda mi vida y mis elecciones condicionan la vida de mis hijos. Sus necesidades y prioridades son mi prioridad, y estoy muy atenta a cualquier cosa que pueda influir o perjudicarlos”, agregó.