“Letárgico” y “temeroso”. Así se sentía Robbie Williams hace unos días, mientras realizaba una cuarentena preventiva en medio de la pandemia del coronavirus Covid-19. Durante tres semanas estuvo lejos de su esposa, Ayda Field, y sus cuatro hijos.
En marzo pasado el británico se encontraba en Australia. Llegó a Los Ángeles e inmediatamente arrendó un departamento por internet para aislarse en medio de la propagación de la enfermedad.
“Cuando aterricé en Los Ángeles, estaba inusualmente nublado y gris, y con todo lo que sucedió se sintió muy apocalíptico. Estaba en cuarentena en un departamento cerca de mi familia y comencé a preocuparme por la comida, por la falta de medicamentos, por Beau (su hijo más pequeño) y mi familia, y tuve mucho miedo durante un par de días“, dijo el cantante a The Sun.
En esos días, aseguró que sintió los síntomas de la enfermedad, en medio de su soledad en la cuarentena. Pero al parecer, se trató de algo más bien somático.
“Nunca lo hago normalmente, pero me arrodillé y recé. Pensé en mi esposa y mi familia. En 30 segundos había elevado mi vibración y estaba enamorado. ¿Y sabes qué? Los síntomas desaparecieron y el miedo desapareción. Ahora me he protegido contra las energías más bajas, contra sentimientos de inutilidad”, explicó.
Finalmente, tras su encierro y ya sin síntomas, Williams se reunió con los suyos.