Algunos de los alimentos que comemos al desayuno pueden estar detrás de las molestias digestivas que podemos sentir el resto del día. Sin embargo, ya sea por la fuerza de la costumbre o porque no hemos reparado nunca en ello, jamás nos planteamos que sean la causa de los trastornos, recoge Alimente.
Estas son algunas comidas con las que debemos tener la precaución de no tomarlas en ayunas:
Bebidas con gas o carbonatadas: No es que sea una costumbre muy extendida desayunarse con un trago de refresco o agua con gas, pero cuenta con sus seguidores. Tomar demasiadas bebidas carbonatadas «irrita la mucosa gástrica y aumenta la producción de ácido clorhídrico en el estómago», por lo que no es aconsejable.
Repostería industrial y hojaldres: Son habituales en la primera comida del día, pero resultan perjudiciales, porque «contienen grasas que van a estimular la secreción ácida y el efecto probiótico que tiene la levadura del hojaldre se puede destruir con el jugo gástrico».
Tomate y pepino: El primero es una hortaliza repleta de beneficios para la salud. Uno de sus principales componentes, el licopeno, tiene efectos protectores frente al cáncer de próstata y el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento, entre otros beneficios. El segundo también está repleto de propiedades saludables, que van desde los célebres efectos sobre la piel hasta las menos difundidas propiedades antiinflamatorias. Sin embargo, mejor intentar evitarlos en el desayuno porque, «a la ya elevada acidez del tomate, se añade el alto contenido en fibra insoluble de estos vegetales y que estimula la secreción ácida».
Hidratos de carbono refinados (pan blanco, arroz): Al tomarlos en ayunas aumentan rápidamente el nivel de glucosa y la insulina, para caer al poco tiempo y provocar una sensación de hambre que llevará a comer más.
Café y té: La cafeína y la teína estimulan la producción de ácido gástrico. De hecho, son bebidas que se desaconsejan cuando hay problemas de acidez, como los dulces, el chocolate y el picante.
Yogur: Las propiedades saludables del yogur son ampliamente reconocidas, incluidas las que benefician a la salud gastrointestinal y que proceden de su valor probiótico. El yogur también es un aliado del sistema inmune por su contenido en vitamina D, selenio y zinc (necesarios en este momento de pandemia de coronavirus, cuando debemos reforzar nuestra capacidad inmunitaria). Por todo, este alimento no debe faltar en nuestra dieta, aunque mejor tomar algo antes porque «el jugo gástrico puede destruir los probióticos beneficiosos».
Plátano: Es una de las frutas más consumidas y sus propiedades nutricionales son indiscutibles, como su alto contenido en carbohidratos y fibra, pero destaca sobre todo por la cantidad de potasio (350 mg en 100 gramos), magnesio (38 mg) y sodio (28 mg), necesarios para mantener la salud cardiaca. Precisamente la riqueza en estos minerales lo vuelve desaconsejable en ayunas para «evitar que se absorba gran cantidad de potasio, que puede generar arritmias cardiacas».