Como es de conocimiento mundial, las papas fritas son un producto típico de Bélgica. Lamentablemente, debido a la crisis del Covid-19, la comercialización se ha visto mermada, lo que llevó a que los productores locales hicieran un llamado a la ciudadanía para aumentar a dos veces por semana el consumo de este platillo.
«Comamos papas fritas dos veces por semana, en lugar de solo una», fue la petición que hizo el representante del sindicato de Belgapom, Romain Cools, que presentó el problema de los productores como un tema de supervivencia.
El cierre de la mayoría de los locales comerciales han impedido la comercialización normal de uno de los productos más populares en Bélgica, país donde se han confirmado más de 7.000 muertes a causa del coronavirus y 46 mil personas contagiadas.
De acuerdo a los medios locales, los comerciantes belgas hicieron la solicitud y anunciaron la donación de papas fritas a familias con menos recursos. «De esta manera, parte del stock de papa se utilizará y podemos evitar que una excelente comida, por la cual nuestros agricultores han trabajado tan duro, se pierda», dijo la ministra belga de Agricultura, Hilde Crevits, al Brussels Times.
Como efecto de la situación actual, la exportación del producto también se ha visto afectada. Bélgica es uno de los principales productores a nivel mundial de papas, y también de papas fritas congeladas, con un millón y medio de toneladas exportadas anualmente.