27 Abr, 2020. 08:54 hrs

Bachelet y medidas por Covid-19: Detener por violar el toque de queda es una práctica insegura e innecesaria

La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, solicitó esta jornada que los países garanticen 


La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, solicitó esta jornada que los países garanticen que no se violen los derechos humanos bajo la apariencia de medidas de emergencia por el Covid-19.

Por este motivo publicaron una nueva guía de políticas sobre medidas de emergencia y excepcionales.

“Los poderes de emergencia no deberían ser un arma que los gobiernos puedan usar para sofocar la disidencia, controlar a la población e incluso perpetuar su tiempo en el poder“, advirtió.

“Deberían usarse para hacer frente de manera efectiva a la pandemia, nada más y nada menos”, explicó.

“La vulneración de derechos, tales como la libertad de expresión, puede causar daños incalculables al esfuerzo orientado a contener a la Covid-19 y sus nocivas repercusiones socioeconómicas”, agregó Bachelet.

La alta comisionada dijo que las medidas excepcionales deberían ser “proporcionales y no discriminatorias“, de “duración limitada” y someterse a la supervisión del parlamento, el poder judicial y la opinión pública.

Uso excesivo de la fuerza

De la misma manera la exmandataria afirmó  que recibió información de diferentes regiones del mundo de que “la policía y otras fuerzas de seguridad han estado utilizando fuerza excesiva y, a veces, letal, para hacer que las personas cumplan con los bloqueos y los toques de queda“.

“Tales violaciones a menudo se han cometido contra personas que pertenecen a los segmentos más pobres y vulnerables de la población “, indicó.

“Disparar, detener o abusar de alguien por romper el toque de queda porque están buscando desesperadamente comida es claramente una respuesta inaceptable e ilegal”, aseveró.

“En algunos países, miles también han sido detenidos por infracciones de toque de queda, una práctica que es innecesaria e insegura“, declaró.

“Dada la naturaleza excepcional de la crisis, está claro que los Estados necesitan poderes adicionales para hacer frente. Sin embargo, si no se respeta el estado de derecho, la emergencia de salud pública corre el riesgo de convertirse en un desastre de derechos humanos, con efectos negativos que durarán más que la pandemia en sí misma”, finalizó la alta comisionada.

 


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