El número de infectados por coronavirus sigue aumentando y ya superó los 800.000 casos a nivel mundial, siendo Estados Unidos e Italia los países más afectados.
Una de las grandes preocupaciones tiene relación con que los sistemas de salud colapsen, ya que ningún país está preparado ni tiene los recursos para asistir al número de personas que podrían contagiarse.
A partir de los datos de la expansión del virus en China (país que tuvo el primer brote de COVID-19), un estudio publicado por la revista The Lancet Infectious Diseases, estima que entre el 50 y el 80% de la población mundial podría infectarse con el virus, lo que supondría una saturación de los sistemas de salud en los próximos meses, incluso de los países más desarrollados.
“Con la rápida expansión geográfica observada hasta la fecha, el COVID-19 representa una gran amenaza para la salud mundial en las próximas semanas y meses. Nuestra estimación de la proporción de individuos infectados que requieren hospitalización, cuando se combina con las tasas probables de ataque de infección (alrededor del 50-80%), muestra que incluso los sistemas de atención médica más avanzados probablemente se vean abrumados”, señala la investigación realizada por la Universidad de Oxford, Imperial College London, la Universidad Queen Mary.
Sin embargo, el estudio, que analizó 70.000 casos diagnosticados en China, señala que la tasa de mortalidad del COVID-19 es del 0,66 %, es decir, más baja que las estimaciones realizadas hasta la fecha. No obstante, los investigadores indican que la letalidad de este virus es más alta que la influenza H1N1 que afectó a México en el año 2009.
Otro punto importante del estudio señala que la tasa de mortalidad se incrementa con la edad. En personas entre 20 y 30 años alcanza un 0,031%. Sin embargo, en pacientes mayores de 80 años el porcentaje sube a 7,8.
“Se puede tener casos aislados que reciban mucha atención mediática, pero nuestro análisis muestra muy claramente que en personas de más de cincuenta años la hospitalización es mucho más probable, que en aquellas por debajo de esa edad”, señala la publicación.
La investigación agrega que el promedio de tiempo entre los primeros síntomas y el fallecimiento de la persona es de 17,8 días, mientras que los pacientes que se recuperan tardan 22,6 días en recuperar el alta. “La mayoría de la gente se recupera, incluso tras sufrir síntomas graves”, señala.