El hocico de los perros es una de las herramientas más funcionales de su organismo y ahora se descubrió una nueva función.
Según investigadores de la Universidad Eötvös Loránd (Hungría) y de Universidad de Lund (Suecia), los canes pueden detectar también la radiación térmica.
Es decir, junto con su desarrollado sentido del olfato, ellos son capaces de identificar el calor corporal de quienes los rodean.
Esto, ya que su hocico es rugoso, húmedo, lleno de nervios y con una temperatura considerablemente menor a la del ambiente.
La investigación publicada en la revista Scientific Reports, reveló también que esta cualidad es herencia de sus antecesores: los lobos.
Según los especialistas esta capacidad les habría permitido dominar históricamente los bosques, ya que usaban esta característica para detectar cuerpos calientes durante las cacerías.
Cabe destacar que el sentido del olfato en el perro está extraordinariamente desarrollado, gracias a las cualidades anatómicas de su hocico.