La clave para hacer el mejor café, según la ciencia
Los amantes del café y baristas siempre están en búsqueda del mejor aroma y sabor de esta popular bebida. Hay factores que inciden en la calidad del café
Los amantes del café y baristas siempre están en búsqueda del mejor aroma y sabor de esta popular bebida. Hay factores que inciden en la calidad del café, como por ejemplo, origen de los granos, tipo de molido, un buen almacenamiento de las materias primas y la calidad de la cafetera, entre otros.
Por años se ha dicho que una de las claves para tener un buen café es que los granos estén lo suficientemente molidos para que se extraiga lo máximo del sabor y aroma del café.
Sin embargo, una reciente investigación de la Universidad de Portsmouth señala que lo anterior no sería tan cierto. El estudio, publicado en la revista Matter, indica que cuando los granos no están tan molidos en la cafetera resulta mejor para el sabor y calidad de la bebida final.
Además, lo llamativo de este estudio es que no fue realizado precisamente por baristas, sino que por un grupo de matemáticos y físicos que se adentraron en el mundo del café para entender cómo se consigue la mejor taza de café.
“Los baristas normalmente dicen que cuanto más fino se muele el café, más eficiente será la preparación resultante debido al aumento de la superficie de los granos de café”, señaló Jamie Foster, matemático y líder de la investigación.
Sin embargo, el equipo de Foster, a través de un modelo matemático, descubrió que el uso del café molido ligeramente más grueso daba como resultado una mejor mezcla y por ende un mejor café.
“Tuvimos que capturar cómo fluye el agua a través de este lecho de tierra compactada y cómo se mueven y disuelven varios químicos del café”, agrega el matemático.
Según lo observado por Foster, el hecho de que el grano no esté molido tan fino, asegura de que ninguna parte de la canasta se obstruya y así el café puede fluir de mejor forma hasta la taza.
Además, al tener los granos ligeramente menos molidos, los científicos se percataron de que necesitaban menos granos de café por taza, por lo que a la larga significó que una bebida más barata.