Cuando oímos una canción, el rápido proceso que realiza el cerebro permite que percibamos la obra en cuestión como un todo, es decir, letra y música a la vez, tal como lo ha creado el artista.
Pero lo cierto es que, aunque sea imposible de notarlo, procesamos la letra y la música de una canción en diferentes lados del cerebro, lo que acaba de ser descubierto investigadores de la Universidad McGill, de Canadá.
El autor del estudio, Philippe Albouy, creó junto a su equipo un total de 100 canciones diferentes al mezclar 10 frases en francés o inglés con 10 músicas originales. Después, reunieron a 27 personas que hablaban francés y a 22 que hablaban inglés y les tocaron las canciones, manipulando diferentes elementos para tratar de comprender cómo los participantes en el estudio percibían tanto las palabras como las melodías.
De esta forma descubrieron que la capacidad de reconocer una letra depende de los patrones de sincronización de una canción. La estructura temporal de la letra es más importante que la de la música, porque contiene varias sílabas por segundo, mientras las melodías son más fluidas. Eso hizo que cuando los científicos distorsionaron los elementos de tiempo en las canciones, los participantes en el estudio sí podían identificar la música, pero ya no entendían la letra. Sin embargo, descubrieron que reconocer melodías depende más de los patrones de frecuencia.
Luego repitieron el proceso pero escaneando al mismo tiempo los cerebros de los participantes en el estudio por medio de una resonancia magnética funcional. Ahí se comprobó que la mitad izquierda del cerebro era la encargada de detectar la información de sincronización que permitía reconocer las palabras, mientras que la mitad derecha detectaba la información de frecuencia que se necesitaba para identificar la melodía, recoge El Confidencial.
Este hallazgo viene a confirmar estudios científicos anteriores, en los que se había descubierto que cuando se produce un daño en el hemisferio izquierdo del cerebro hay una mayor probabilidad de que afecte a las habilidades del habla, mientras que si el daño se produce en el hemisferio derecho, hay más posibilidades de que afecte a las habilidades musicales.