La mayoría de las veces pasamos más tiempo en el baño leyendo una revista o revisando el celular que haciendo nuestras necesidades. Es que es un momento privado que todos disfrutamos, porque nadie nos molesta o interrumpe.
Cuando estamos en nuestro hogar eso no tiene ningún problema, pero en el trabajo la cosa cambia, porque sabemos que a los jefes lo que más les interesa es la productividad de la empresa, y esta no se va a lograr con los trabajadores perdiendo el tiempo en el baño.
Para todas esas empresa que ven la situación de esa manera llegó el Standard Toilet, algo así como un «retrete incómodo» que obligará a los usuarios a levantarte antes y no perder el tiempo en el baño del trabajo.
«Solo en Gran Bretaña, los descansos prolongados de los empleados en los inodoros les cuestan a la industria y al comercio 4.700 millones de euros al año», indicó Mahabir Gill, creador de Standard Toilet, a Wired.
De hecho, una encuesta realizada en 8 ciudades británicas por Protecting reveló que algunos trabajadores pasaban hasta 28 minutos al día en el baño durante su jornada laboral.
La solución de Gill tiene que ver con la estructura del váter, pues está inclinado 13 grados hacia abajo, por lo que obliga a flexionar más las rodillas. Este «retrete incómodo» tiene un precio de entre 175 euros y 585 euros, una cantidad nada elevada si se tiene en cuenta el dinero que podría ahorrarle a las empresas.
El diseño fue aprobado por la British Toilet Association, un organismo centrado en mejorar las instalaciones de los baños públicos. Por ello, además de estar pensado para las oficinas, también puede instalarse en restaurantes, centros comerciales o transportes públicos.
Standard Toilet lo promociona en su web, aludiendo a que «incrementa la eficiencia de los empleados», «reduce las colas» en el baño y «mejora el bienestar de los trabajadores» al forzar menos los músculos pélvicos, recoge 20 Minutos.
A pesar de los beneficios que pueda tener, muchos son los que han criticado esta idea. Argumentan que un váter incómodo es algo negativo, pues parece un perjuicio para las personas que lo usan y una manera de controlar o reducir los tiempos que pasan allí sentados, lo que debiese ser una decisión libre.