La reina Isabel II tiene un carácter fuerte, qué duda cabe. Así lo ha hecho notar durante toda su vida, y lo sigue haciendo a pesar de su edad. Incluso, todavía se permite regañar a sus hijos si algo no le parece bien.
Así lo captaron las cámaras durante la recepción ofrecida la semana pasada a los líderes de la OTAN en el palacio de Buckingham. En un momento, la monarca se dirigió molesta a su hija, la princesa Ana, para manifestarle su descontento por que no saludó a Donald Trump.
En las imágenes se observa a la princesa a unos metros, alejada de donde la reina junto a otros miembros de la familia real saludaba al presidente de Estados Unidos y su esposa Melania, cuando de pronto la soberana le hace un gesto para que se una. Sin embargo, la hija solo le responde levantando las manos, en lo que parece ser una actitud de desinterés para no tener que saludar.
El divertido momento se viralizó rápidamente en las redes sociales, donde los usuarios han destacado la actitud de la princesa Ana. «Creo que es la primera vez que veo algo en la realeza que los hizo parecer vagamente como una familia normal», escribió una usuaria.
De acuerdo al periodista del diario The Times, Valentine Low, quien estuvo presente en el evento, la escena fue mal entendida. Según el reportero, la reina en realidad se giró para ver a su hija y saber cuál era el próximo líder al que debía saludar, pero los Trump eran los últimos, por lo que Ana se rió con las manos en el aire y le respondió: «Solo estoy yo», agregando luego: «y este grupo», en referencia al personal doméstico que se encontraba detrás de ella.