Actor de «La Casa de Papel» vive en Barrio Lastarria y cuenta su visión del estallido social
"Arturo Román" de La casa de papel está en Chile grabando la serie -también española- Inés del alma mía, que cuenta con el apoyo de CHV, y
«Arturo Román» de La casa de papel está en Chile grabando la serie -también española- Inés del alma mía, que cuenta con el apoyo de CHV, y que hasta fin de año tendrá rodaje en el desierto de nuestro país, la zona central y Perú.
Según cuenta La Cuarta Enrique Arce está viviendo en el barrio Lastarria desde hace un mes aproximadamente, porque le pareció un lugar lindo y tranquilo. Pero claro no esperaba lo que se vendría.
«Son cosas sorpresivas para mí, me he encontrado con todo esto, vivo en una zona muy conflictiva y lo he vivido así, aunque creo que cuando un pueblo se une de esta manera, algo o mucha razón deben tener. Todo despertar y revolución, si es popular y no tiene intereses más allá de la justicia y dignidad, están legitimadas», sostuvo el actor.
«Que las barras de los equipos estén juntas y no agarrándose a trompadas es algo único (…) Yo hacía la comparación de Chile con España en las protestas, mientras allá se está separando el pueblo, acá se une exigiendo salud, educación y un mejor vivir», destacó.
Asimismo, detalló que «mi chica llegó el mismo día que explotó todo, hasta entonces Lastarria había sido una especie de SoHo de Nueva York y ahora se convirtió en una trinchera. Ver a la gente protestando, las pintadas, convivir con los gases lacrimógenos como una cosa normal, cuando no debería serlo. Siento inquietud, pero también estoy un momento histórico para este país y me gusta vivirlo desde adentro, porque es historia que está viviendo, estoy en la zona cero, viviéndolo en primera persona«.
Sobre la destrucción de símbolos españoles, «Arturito» expresó que «no es para que se quemen esas cosas, el busto de Valdivia no tiene la culpa de lo que está pasando con el gobierno de Piñera, creo que no hace falta. Hay formas de protestar y muchas de ellas las apruebo, pero siento que de repente se pierde un poco el foco con lo vandálico».
Finalmente, al ser consultado sobre las personas que en las protestas usan máscaras de Dalí, características de La casa de papel, concluyó que «es una reflexión sobre la ficción aceptando la realidad. Son productos que le hacen ver a la gente que se puede vencer al sistema, tienen mucha importancia, podría ser un incentivo cuando el sistema es corrupto. A mí me llena de orgullo porque pese a que soy el capullo de Arturito es algo que pasó fronteras. La Casa de Papel se convirtió en un cono del movimiento antisistema, animan a la gente a que nos quitemos la sonrisa impostada y nos pongamos a pelear por lo que es nuestro«.