Así como en «Breaking Bad» la vida de Jesse Pinkman cambia al aliarse con Walter White, la del actor Aaron Paul también dio un giro radical tras el éxito de la serie creada por Vince Gilligan. Solo que a diferencia de su personaje, que vive el descenso a los infiernos, el suyo fue un ascenso meteórico.
En una entrevista con El País, a propósito del estreno de «El Camino», la película que funciona como cierre extendido de la serie, algo así como un episodio doble de la misma, el actor reveló cómo cambió su vida después de su participación en la ficción, que estuvo al aire entre 2008 y 2013.
«El personaje merecía un final, y yo no dudé un segundo en aceptar cuando Gilligan me llamó. No sé qué habría sido de mí sin Jesse Pinkman», dijo Paul tras el estreno de la cinta en el Festival de Sitges,
«Mi carrera había sufrido un montón de altibajos hasta entonces. En parte creo que fue cosa del destino. Para dedicarte a esto no solo necesitas talento, también necesitas un poco de suerte. Se suponía que durante los castings de Breaking Bad yo tenía que estar en Berlín porque había protagonizado una película que se estrenaba allí. Pero no fui. Algo me dijo que no tenía que subir a ese avión. No tenía trabajo, y supongo que me quedé porque pensaba encontrar algo. Yo antes vivía en un vestidor, ¿sabes? Para ahorrar el dinero del arriendo. Ni siquiera era la habitación de un departamento, era el vestidor de ese lugar», confesó.
«Breaking Bad me cambió la vida. Supongo que si nunca me hubiese presentado al casting, seguiría siendo actor, porque actor es lo que he querido ser desde que recuerdo querer ser algo, pero estaría ahí fuera, en la lucha, con todos los demás. Breaking Bad le cambió también la vida a Vince, nos la cambió a todos. Nos permitió extender nuestras alas y mostrarle a la industria de lo que éramos capaces», detalló.
Sin embargo, aunque el personaje de Pinkman lo colocó en el mapa de Hollywood, luego de la serie nada de lo que ha hecho ha podido replicar ese éxito. Paul rodó con Ridley Scott, pero en una producción menor, y toda serie en la que se ha involucrado no ha tenido ni de lejos el prestigio, casi irrepetible, de aquel proyecto que le permitió dejar de vivir en un vestidor.