En 2014 todo el mundo estaba hablando de Renée Zellweger. La actriz había reaparecido tras años de estar alejada de las cámaras y las alfombras rojas y lo hizo sorprendiendo a todos.
Pero no fue precisamente por alguna película o personaje que haya interpretado. Todo se debió al aspecto de su rostro, el que la hacía lucir completamente distinta. “Luce irreconocible” y “¿qué fue lo que se hizo?” fueron algunos de los miles de comentarios que se pudieron leer por ese entonces.
A cinco años de ese momento, la actriz concedió una entrevista al New York Magazine, donde se refirió al tema y cómo lo tomó en ese entonces. “Siempre hay un juicio de valor sobre nosotras a ese respecto”, señala.
“Es como si de alguna manera fuera eso un reflejo de tu carácter, ya seas una buena persona, una persona débil o una persona auténtica. Y la implicación de que esos rumores significaban que de alguna manera necesitaba cambiar algo en mi vida porque no estaba funcionando… Eso me pone triste”, agrega.
La actriz, que está promocionando el estreno de “Judy”, película biográfica sobre Judy Garland, dijo que ella no mira la belleza como algo externo o que halla que reparar, aclarando que nunca se realizaría una cirugía estética. “Me gusta mi peculiaridad extraña, mi mezcla de cosas extravagantes”.
“Eso es lo que me permite hacer lo que hago. No quiero ser otra cosa. La primera vez que me contrataron llevaba mis jeans azules, botas vaqueras y mi cabello alborotado. Empecé a trabajar así. No tuve que cambiarme para trabajar. ¿Para que iba a tratar de encajar entonces un estereotipo que no me pertenecía? No tiene sentido”, dijo, dejando en claro que nunca se hizo nada en el rostro.