Un matrimonio de Estados Unidos protagonizó un insólito hecho, ya que ellos Kristine y Michael Barnett, adoptaron a una supuesta niña de 6 años, pero en realidad era una mujer con enanismo que los quiso matar.
Así es tal cual lo leen ya que Natalia Grace que en verdad tenía 22 años fue acogida por la pareja en 2010, y con el tiempo, empezó con un comportamiento extraños violentos y sanguinarios, igualita a la película La Huérfana.
“No podías irte a dormir. Tuvimos que esconder todos los objetos afilados. La vi poner productos químicos, lejía, Windex algo así, en mi café y le pregunté, ‘¿qué estás haciendo?’, y ella dijo: ‘Estoy tratando de envenenarte’”, relató Kristine.
En otra oportunidad, Natalia trató de asesinarlos durante la noche con cuchillos.
Añadió: “Saltaba de los autos en movimiento. Manchaba los espejos con sangre. Hacía cosas que nunca podrías imaginarte que una niña pequeña hiciera”.
Al darse cuenta que su vida estaba en peligro ellos la llevaron a un centro de salud mental con el objetivo de ayudarla. Una vez allí, los especialistas le aseguraron que la edad de su hija adoptiva era «claramente inexacta». Para llegar a esta conclusión, los responsables del centro le explicaron que tanto los dientes como el desarrollo sexual de la «niña» eran impropios para una persona de su edad. Según uno de los especialistas, las pruebas habían determinado que la niña tenía más de 18 años”.
Al saber la verdad el matrimonio siguió viviendo con la psicópata ucraniana hasta 2013, año en que decidieron mudarse con el resto de los niños (auténticos) a Canadá y dejar a Natalia en un apartamento alquilado en el condado de Lafayette (Estados Unidos). Varios años más tarde, y después de llevar varios meses sin saber sobre ella, la pareja (ahora separada) ha sido detenida por las autoridades del estado de Indiana por abandono a un menor.
En 2014, la policía acudió a desahuciar al inquilino de la vivienda por falta de pago y encontraron dentro a la niña, que les aseguró que tenía nueve años y que sus padres adoptivos la habían abandonado. Una vez más, la pérfida niña engañó a los adultos valiéndose de su tamaño liliputiense.