La estadounidense Isabella McNeil, residente de la ciudad de San Diego, quedó sorprendida cuando recibió un correo electrónico de Amazon, en el que le avisaban que le habían enviado el sofá que con anterioridad había comprado a través de la aplicación «1-Click». Un mueble de 400 dólares.
«Estaba tan sorprendida. Pensé: ‘¿Me compré un sofá mientras dormía?», relató la mujer a NBC 7 San Diego. Solo cuando se sentó a pensar, se percató de lo que había sucedido, pero ya era demasiado tarde para cancelar el pedido, que apareció en la puerta de su hogar.
Ella había estado navegando para ver sofás a través de la aplicación de Amazon y luego le prestó el teléfono móvil a su hija Rayna para que jugara. El pedido de «1-Click» de Amazon hizo que la niña completara la compra con un solo toque del botón de la aplicación.
«Ahora sé que es realmente peligroso y tengo que asegurarme de que la aplicación de Amazon esté cerrada antes de que mi hija tome el teléfono. Es muy fácil», dijo la mujer.
McNeil pensó en devolver el mueble, pero debido a los cargos que le harían en Amazon, prefirió ofrecer el sofá en un sitio de reventa, por 300 dólares.