Hay personas que cuando le gusta alguien literalmente hacen todo por llamar su atención pero a veces se van en «volada».
Esto es lo que hizo un serbio quién confesó haber inventado que había una bomba en un avión del aeropuerto de Belgrado con la esperanza de retener en la ciudad a una azafata que le gustaba, según informaron el pasado fin de semana distintos medios de comunicación locales.
El sujeto de 65 años, identificado con las iniciales Z.N., dijo a un tribunal de Belgrado que había conocido a la trabajadora de la aerolínea alemana Lufthansa y que quería salir con ella.
El miércoles, al no haber podido encontrarla en su hotel, llamó al aeropuerto Nikola Tesla e informó de que había una bomba en un avión de Lufthansa.
La idea, dijo, era mantenerla en la ciudad, informaron los medios de comunicación.
A raíz de estos los 130 pasajeros y cinco miembros de la tripulación tuvieron que ser evacuados del avión y se vieron obligados a esperar varias horas mientras una unidad especial de la policía revisaba el avión, antes de que fuera autorizado para salir hacia Francfort.
La policía localizó al culpable después de rastrear el teléfono fijo que había utilizado para hacer la llamada.
El tribunal ordenó que el hombre permanezca detenido durante 30 días antes de que se le acuse formalmente por el episodio.