La adicción al alcohol y a los videojuegos puede ser una combinación peligrosa. Así ha quedado demostrado con un caso ocurrido en Tailandia, donde un joven de 29 años, que tiene problemas con la bebida y los juegos, trató de matar a su madre y su padrastro porque lo dejaron sin internet.
Ocurrió el pasado viernes, cuando Sak Duanjan llegó a su vivienda, en la ciudad de Sisaket, en el sudeste del país asiático. Estaba borracho y comenzó a jugar en su celular a todo volumen, sin importarle que sus familiares estuvieran durmiendo. Entonces su padrastro se despertó y, muy molesto, decidió desconectarle la red de WiFi.
A raíz de esta situación, se produjo una violenta discusión entre ambos, que incluyó insultos y la destrucción de varios objetos de la casa por parte del joven. En medio de la pelea, el hombre mayor le dio un golpe para calmarlo, mientras la madre observaba horrorizada, recoge Clarín.
Duanjuan llenó de ira comenzó a planear su venganza. A las 2 de la madrugada se levantó y fue hasta el pozo de agua de la vivienda, donde derramó un misterioso líquido. «Vi a mi hijo bajar las escaleras y poner algo en el pozo. Cuando regresó, le pregunté qué había hecho, pero no me respondió y se encerró en su habitación, así que lo olvidé y seguí durmiendo», contó la madre.
En la mañana, la mujer salió al patio para buscar agua del pozo con la que iba a realizar el almuerzo y descubrió que había unas manchas de color violeta sobre la superficie, que eran de un potente pesticida. «Todavía no puedo creer lo que hizo. A veces se enoja con facilidad, pero esto fue demasiado. Su adicción a los videojuegos le genera un altísimo grado de estrés y esto lo pone cada vez más violento. Cada vez es más difícil hacer que pare, porque ya es un adulto», concluyó.
Duanjan admitió luego que había puesto veneno en el agua porque estaba furioso, mientras que sus padres decidieron pedir ayuda a las autoridades para iniciar un tratamiento y evitar que su vida vuelva a estar en riesgo.