Sólo puedes entrar con una invitación especial, la meta es recorrer 160 kilómetros y apenas 15 personas han logrado llegar a la meta en sus más de 30 años de historia.
Barkley Marathon es sin duda una de las corridas más difíciles del mundo. En ella debes enfrentarte al escalofriante bosque de Frozen Head, ubicado cerca de las montañas de Tennessee. La carrera consiste en recorrer 160 kilómetro en apenas 60 horas en un paraje abrupto que tiene un desnivel total de 20.000 metros y que a lo largo de todas sus ediciones apenas ha logrado superar una quincena de valientes, el último fue John Kelly en 2017.
Pero el origen de la maratón es tanto más espeluznante que los mismos parajes que se debe recorrer. La historia se remonta a 1968 cuando James Earl Ray asesinó a uno de los activistas más importantes de la historia de la lucha de los afrodescendientes en Estados Unidos: el pastor Martin Luther King.
Aunque todavía existe un gran misterio respecto al asesinato de Luther King, lo que sí es cierto es el intento de fuga de Earl Ray de la prisión de máxima seguridad de Brushy Mountain, ubicada en el parque estatal de Frozen Head en las montañas de Tennessee. Un paraje abrupto por el que Earl Ray deambuló durante 60 horas para acabar su aventura a 12 kilómetros de la cárcel.
Fue este intento frustrado el que inspiró año más tarde a Gary Cantrell y Karl Henn a celebrar en 1985 la primera gran prueba en la que los participantes tendrían que recorrer 80 kilómetros en 14 horas. Sin embargo, pasaron años antes de que un competidor lograra terminar la carrera. Ed Furtaw lo logró y obligó a los creadores de la maratón a cambiar el formato a uno mucho más mortal: 160 kilómetros en 60 horas.
Hay quienes califican la prueba como un experimento que trata de explorar los límites del ser humano y los apenas 15 participantes que han logrado llegar a la meta en más de 30 año de historia, lo prueban. Cabe mencionar que al asesino de Martin Luther King, aunque obviamente eran otras circunstancias, lo encontraron tendido en el suelo, agotado, sin energías, helado y hambriento. Medio muerto. Una sensación que seguro muchos han revivido a lo largo de los años porque enfrentarse al bosque de Frozen Head y salir victorioso es casi imposible.
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