Algo muy característico de las personas que están arriba de la pelota es que repiten la información constantemente y suelen contar la misma historia en reiteradas ocasiones, hasta que se queden en la memoria de con quien hablamos.
Según lo publicado por Vice, el doctor Fernando Caudevilla, médico experto en drogas, explicó que este comportamiento se produce por «la afectación del alcohol sobre la memoria a corto plazo».
En esa línea, agrega que una persona en ese estado es incapaz de reterner ni siquiera un segundo de lo que pasa a su alrededor o al interior de su cabeza; por lo tanto, la repetición infinita es la opción que nuestro cuerpo asume como la más resolutiva para que toda esa información se comparta y llegue a un destinatario.
Bueno y de pasada el profesional aclara que lo mejor que se puede hacer para evitar una conversación con un borracho es sentarlo y pedirle que deje de beber, como en un gesto de ayuda.